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jueves, 27 de noviembre de 2014

El reumatismo desde un punto de vista holístico III

Los enfoques de las terapias alternativas

Micronutrientes importantes con efecto antiinflamatorio y estimulante

* La vitamina E o la protección de las articulaciones. La vitamina E ha demostrado ser muy eficaz en las enfermedades inflamatorias de las articulaciones, debido a su efecto antiinflamatorio y analgésico. Las investigaciones revelaron efectos similares al diclofenaco, mientras que también permite la reducción de la dosis de los fármacos antiinflamatorios no esteroidales.

*Zinc & Cobre. Los minerales y antioxidantes van de la mano, incluso para apoyar a las defensas inmunológicas. Los pacientes con artritis reumatoide a menudo tienen niveles muy bajos de minerales esenciales como el zinc, el cobre, el magnesio y el hierro (son particularmente característicos los valores bajos de zinc). También debe tenerse en cuenta que muchos medicamentos antireumáticos conducen a la deficiencia de zinc. El Zinc es un antioxidante y a la vez es un oligoelemento que está implicado en muchas enzimas importantes que intervienen en actividades de tipo metabólico.
Otras enzimas que contienen cobre participan en el metabolismo del colágeno. El colágeno es un componente esencial del tejido conectivo y de sostén, y por lo tanto tiene una importancia fundamental para evitar la colagenosis. En general, para la producción de colágeno, además de cobre y de los aminoácidos lisina y prolina, se requiere vitamina C, que también es un antioxidante importante (los antioxidantes pueden mitigar la inflamación crónica y reducir la necesidad de analgésicos).
Dado que la absorción de zinc se ve obstaculizada entre otros por el cobre, estos elementos traza no deben administrarse simultáneamente, pero sí se pueden suministrar en un intervalo de tiempo de unas pocas horas. Además se debe tener en cuenta que el consumo a largo plazo de zinc también puede causar una deficiencia de cobre.

*Ácidos grasos Omega 3. Varios estudios científicos han demostrado que los llamados ácidos grasos omega-3, tal como se encuentran, por ejemplo, en el aceite de pescado o en el aceite de lino, tienen propiedades antiinflamatorias y un efecto positivo en las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide. Quien sufre de reumatismo debe recibir una alto porcentaje de ácidos grasos omega-3 a través de alimentos como el salmón, la caballa, el arenque y el aceite de lino.

*Selenio. El pescado es también una buena fuente de selenio, vital para una alimentación saludable en el caso de las enfermedades autoinmunes. En nuestras latitudes se da una deficiencia de selenio debido a los suelos arables, pobres de él. Esto conduce a un aumento del estrés oxidativo, ya que la producción de los enzimas que contienen selenio se reduce considerablemente y, por lo tanto, la inflamación crónica se incrementa. Con la administración de complementos de selenio, los síntomas pueden mejorar de forma significativa, y también puede disminuir la concentración de autoanticuerpos.

*La vitamina D, la vitamina del Sol. La vitamina D no sólo juega un papel central en el metabolismo óseo, sino que es necesaria también para el procesamiento y la absorción del calcio en el intestino. Además, tiene un efecto inmunosupresor y antiinflamatorio, reduciendo el riesgo de enfermedades autoinmunes.


Más opciónes naturopáticas

*La Boswellia serrata. Esta planta medicinal, comúnmente llamada incienso, también es conocida con el nombre de la resina "santa".
Es resinosa y está recomendada para la inflamación de la cavidad oral, enfermedades de Crohn (que son enfermedades autoinmunes, así como lo es la artritis reumatoide), para el asma, para la dermatitis atópica, así como para las hemorroides.
Para uso externo, el incienso se utiliza en los procesos inflamatorios de las articulaciones, el reumatismo o la artritis, así como para las fracturas de huesos, la inflamación de los glanglios y la psoriasis.
El efecto antiinflamatorio del incienso se debe a los ácidos de la Boswellia. Los procesos inflamatorios se caracterizan por un aumento de la formación de los llamados leucotrienos, que alteran la actividad del sistema inmune mediante la promoción de reacciones alérgicas e inflamatorias en el cuerpo. Los ácidos de la Boswellia son capaces de inhibir la síntesis de leucotrienos. También disminuyen la inflamación crónica.

*La africana garra del diablo. La raíz de la garra del diablo (Harpagophytum procumbens) es una planta medicinal probada para el reumatismo, la artritis y las enfermedades degenerativas del sistema musculo-esquelético. Además tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas, promueve la movilidad de las articulaciones afectadas y ayuda en casos de dolor de espalda.

*La sutil homeopatía, una medida de apoyo. En homeopatía encontramos muchas otras medicinas clásicas. Su uso debe ser indicado individualmente por un terapeuta con experiencia.

*La madera de guayaco, la madera con propiedades curativas. Además del uso homeopático en el reumatismo del Guajacum officinale, durante siglos los indios de Centroamérica y América del Sur han utilizado la madera de guayaco como una panacea a base de hierbas con un valor medicinal especial.
Los ingredientes activos de la resina del guayaco son similares a la resina del incienso, capaz de bloquear indirectamente la síntesis de leucotrienos, explicando de este modo el efecto antireumático y antiinflamatorio de este medicamento natural.



Una nutrición adecuada en los procesos inflamatorios

Hablando de leucotrienos: las grasas animales son los principales proveedores del ácido araquidónico (perteneciente a los ácidos grasos omega-6, que no deben confundirse con los ácidos grasos omega-3) siendo éste, entre otros, el material de partida involucrado en la síntesis de los leucotrienos, que tienen un papel decisivo en el desarrollo de los procesos inflamatorios en el organismo humano.
Entre los alimentos que son ricos en ácido araquidónico se incluye la manteca de cerdo, el tocino y la yema de huevo.
El exceso de azúcar actúa como un amplificador y permite una decarga más rápida del ácido en las células. Dado que se sospecha que una ingesta excesiva de ácido araquidónico puede promover
enfermedades inflamatorias, se debería incluir una dieta específica junto a la terapia de las enfermedades reumáticas.



La dieta básica para el reumatismo

Ya en la antigüedad las curas de suero se utilizaban para las afecciones reumáticas, porque aportaban basicidad al organismo. El suero, en contraste con otros productos de la leche, está libre de proteínas y es bajo en grasas, pero rico en componentes minerales reguladores del pH.
Muchas enfermedades de nuestra civilización se asocian con la acidificación producida por la ingesta de alimentos generadores de ácido. De este modo, una desacidificación pasa por cambiar nuestra dieta.
Especialmente los minerales presentes en las verduras de hoja verde actúan basificando y poseen, además de las vitaminas y nutrientes esenciales, la calidad de mantener el equilibrio ácido-base de nuestro organismo. Alimentos basificantes


En conclusión, podemos resumir que además de los métodos alternativos y los medios naturistas, la dieta proporciona un enfoque terapéutico importante que ofrece, en última instancia, el poder tratar de manera integral y lo más efectiva posible las complejas enfermedades reumáticas.



Información cedida por "Voguel" (www.avogel.es), "Noticias de salud" otoño 2014.

La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.

jueves, 20 de noviembre de 2014

El reumatismo desde un punto de vista holístico II

Las bacterias como posibles desencadenantes del reumatismo

No hay una causa única del reumatismo, pero todas las enfermedades reumáticas tienen en común un transtorno del sistema inmunológico donde el cuerpo ataca las estructuras endógenas (enfermedad autoinmune). En el caso de la artritis reumatoide crónica se describe un ataque contra el tejido sinovial que, si no se trata, termina en una destrucción de la articulación afectada.
A menudo, las causas o desencadenantes específicos son desconocidas. Los factores genéticos juegan un papel importante, pero también pueden promover el reumatismo ciertos virus o bacterias.
Los médicos de Estados Unidos han encontrado que en los pacientes reumatoides se alojan bacterias en la flora oral y fecal distintas a las de las personas sanas: se trata precisamente de bacterias que pueden provocar reacciones inflamatorias en el cuerpo.

Gérmenes de la flora oral
La experiencia demuestra que los pacientes reumáticos sufren a menudo de encías inflamadas, a edad temprana. Esta inflamación progresiva de las encias, conocida como enfermedad periodental, está causada por la bacteria Porphyromonas gingivalis, que coloniza las bolsas periodontales. Esta bacteria secreta, a su vez, una enzima que convierte el aminoácido arginina en el aminoácido citrulina.
El cuerpo reconoce de su propio metabolismo el aminoácido arginina; sin embargo, la citrulina no pertenece a los aminoácidos que conforman las proteínas de nuestro organismo. Dado que el sistema inmunológico clasifica a la citrulina como exógena, forma anticuerpos contra ella: son los llamados anticuerpos contra péptidos citrulinados (ACPA).
Estos ACPA son, por lo tanto, autoanticuerpos que sirven como marcadores para la actividad de la enfermedad y, por consiguiente, pueden ser utilizados, para el pronóstico y enfoque terapéutico. Dado que aproximadamente la mitad de los pacientes con artritis reumatoide padecen también la enfermedad periodontal y ambas enfermedades tienen un carácter bacteriano inflamatorio, pueden ser que estas afecciones se refuercen mutuamente.

Por lo tanto, es importante para los pacientes reumáticos que presten atención a la higiene dental y oral, y también que sean tratadas de manera adecuada las bolsas periodontales.


Gérmenes en la flora intestinal
La composición de la flora intestinal comprometida en el desarrollo de las enfermedades reumatoides, está cada vez más en primer plano.
Investigadores estadounidenses indentificaron una relación entra la bacteria Prevotella copri y el comienzo de la artritis reumatoide: estas especies bacterianas se encontraron con más frecuencia y en concentración más altas en las muestras de heces de pacientes con artritis reumatoide. 



Este exceso de Prevotella copri desplaza a las "buenas bacterias intestinales", que son absolutamente necesarias para mantener un sistema inmune funcional, ya que el 70-80% de las células que forman anticuerpos se encuentran como tejido linfoide asociado a la mucosa intestinal.
Al considerar al intestino como un órgano inmunológico no debe pasarse por alto que "el pistoletazo de partida" para el medio ambiente intestinal parte en la boca. Es decir, la colonización de gérmenes patológicos y fisiológicos, la inflamación y putrefacción subliminal de las bolsas periodontales y dientes, el efecto de los materiales dentales en la composición de la saliva (metales pesados)... determinan nuestro medio ambiente individual y lo siguen haciendo en las vías digestivas y metabólicas, finalizando en nuestro intestino.


La importancia del inicio prematuro del tratamiento
Debido a la diversidad de enfermedades reumáticas, éstas se tratan de diferente manera en función de los sistemas de órganos afectados y las características de la patología. En general, cuanto antes se diagnostique y trate una enfermedad reumática mejor, ya que es la única manera de frenar una destrucción progresiva de las articulaciones y de los sistemas de órganos. Aparte de los síntomas específicos de las diferentes formas de reumatismo, a continuación se citan los procedimientos de diagnóstico que están disponibles.

Análisis de sangre
  • El factor reumatoide (FR): no proporciona una evidencia significativa y específica, ya que sólo es positivo en alrededor del 60-80% de los pacientes con artritis reumatoide. El FR puede verse aumentado también en otras enfermedades del sistema músculo-esquelético, en diversas infecciones o en otras enfermedades autoinmunes e incluso en personas sanas; por lo tanto, no permite obtener un diagnóstico claro.
  • Anticuerpos PCC (péptido citrulinado cíclico), también conocidos com ACPA: es un nuevo marcador altamente específico para la artritis reumatoide. Proporciona una detección clara de anticuerpos contra el PCC en aproximadamente el 97% de los pacientes. Se observan ya en la etapa temprana de la enfermedad y proporcionan pistas importantes para una terapia temprana y eficaz.
  • El COMP (proteína de matriz oligomérica del cartílago) es un indicador de la destrucción del cartílago. En enfermedades de las articulaciones con una degradación del cartílago severamente elevada, la concentración de la COMP en el suero y el líquido sinovial ("lubricante articular") aumenta significativamente, de modo que este valor se puede utilizar como un parámetro importante en pacientes con artrosis, pero también en casos de artritis reumatoide

Medicamentos clásicos para el tratamiento del reumatismo
En la medicina convencional se tratan las enfermedades reumáticas con fármacos en efecto antiinflamatorio, para reducir el proceso autoinmune y combatir el dolor. De esta manera se frena lo antes posible la progresión de la enfermedad o, por lo menos, se ralentiza.
Como terapias reumáticas se utilizan diferentes clases de medicamentos: por ejemplo, los fármacos antiinflamatorios no esteroidales o AINEs (ibuprofeno, diclofenaco, aspirina), los fármacos antiinflamatorios, esteroidales (cortisona, prednisona), los analgésicos (paracetamol), los inmunosupresores (metotrexato (MTX)) y los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME). Como terapias de apoyo se utilizan la fisioterápia y la ergoterapia.
Dado que los fármacos clásicos tienen varios efectos secundarios y la combinación entre ellos no siempre es bien tolerada, las prácticas naturistas ofrecen una enfoque complementario o alternativo.


Información cedida por "Voguel" (www.avogel.es), "Noticias de salud" otoño 2014.

La próxima semana continuaremos con los enfoques de las terapias alternativas.

La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.

jueves, 13 de noviembre de 2014

El reumatismo desde un punto de vista holístico

El término reumatismo engloba una gran cantidad de enfermedades, todas con un carácter autoagresivo. El sistema inmunitario está irritado y dirige todo su poder contra el propio cuerpo. Sin embargo, la naturopatía conoce maneras para detener este proceso destructivo, o por lo menos aliviar el dolor, a veces intenso.

Se conoce como reumatismo el dolor en los huesos y en las articulares, caracterizado  por una función limitada y deformación de las articulaciones. Proviene  del griego "dolor tirante".  Existe la falsa idea de que sólo afecta a las personas mayores, pero su incidencia es cada vez mayor en jóvenes, especialmente en mujeres.

Las enfermedades reumáticas

En medicina se pueden incluir más de cien enfermedades diferentes en las denominadas reumáticas, que afectan no sólo al sistema musculoesqueleletico, sino a otros órganos como la piel, el sistema nervioso y los órganos  internos. Estas enfermedades se dividen en cuatro grupos principales:

Enfermedades reumáticas inflamatorias: A este grupo pertenecen la artritis reumatoide (Poliartritis crónica), la espondilitis anquilosante, la artritis psoriásica, la artritis idiopática juvenil (Reumatismo en la infancia), la colagenosis (Inflamación del tejido conectivo) y la vasculitis (Enfermedad inflamatoria vascular).

Enfermedades  reumáticas crónicas degenerativas: Como la artrosis, se deben al desgaste.

Enfermedades del sistema músculoesquelético relacionadas con trastornos metabólicos: La gota
(Deposición de cristales de ácido úrico en las articulaciones periféricas, especialmente el dedo gordo del pie) y la osteoporosis.

Las enfermedades reumáticas del tejido blando: Es el llamado reumatismo muscular. No afecta sólo a las articulaciones, sino también a músculos, tendones y la bolsa sinovial (Bursa), como en el caso de la fibromialgia.

La artritis reumatoide, la más frecuente

Debido a los diversos cuadros clínicos que presenta el reumatismo, a modo de ejemplo se puede exponer la afección inflamatoria más común y grave: la artritis reumatoide, también conocida como poliartritis crónica, debido a que se ven afectadas varias articulaciones: En mayor medida se ven afectadas las pequeñas articulaciones matacarpofalángicas de los dedos y los pies, simétricamente a ambos lados del cuerpo. Sin embargo, estrictamente hablando, la afectada no es la articulación, sino una inflamación del tejido conectivo, principalmente la membrana sinovial.

La artritis reumatoide, que curiosamente afecta a las mujeres tres veces más a menudo que a los hombres, enfermando en promedio diez años antes, avanza a oleadas: un capítulo puede durar algunas semanas y prolongarse durante meses. Las articulaciones se aprecian inflamadas, enrojecidas, con dolor severo y restricciones de movimiento significativas. Como resultado de esta reacción inflamatoria crónica, las articulaciones se deforman gradualmente, y se presentan cada vez más inmóviles, e incluso se pueden llegar a endurecer completamente.

Los síntomas iniciales son, en la mayoría de los casos, fatiga no específica y una ligera fiebre. Es característica una inflamación suave de una o más articulaciones, rigidez matutina y marcadores inespecíficos de la inflamación, tales como velocidad de sedimentación globular (VSG) elevada o un incremento de la PCR (Proteína C reactiva). Estos valores son importantes para el reumatólogo, porque proporcionan la primera evidencia de que se trata más bien de una artritis reumatoide y no de una artrosis. Aunque esto puede surgir como resultado de la artritis, se caracteriza principalmente por degeneración de la articulación.

Información cedida por "Voguel" (www.avogel.es), "Noticias de salud" otoño 2014.

La próxima semana continuaremos con los posibles desencadenantes y la importancia del inicio prematuro del tratamiento.

La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Una máquina multitarea

Los ordenadores de última generación con procesadores multitarea más veloces son lo más novedoso dentro del mundo de la informática. El cerebro humano es una máquina capaz de realizar multitareas hace miles de años, la capacidad de mantener un pensamiento y generar otros muchos en distintas áreas del cerebro a la vez que hablamos, olemos un perfume y somos capaces de prestar atención a lo que está ocurriendo a nuestro alrededor, como escuchar música, sentir el tacto de nuestra piel...

El cerebro humano tiene una particularidad, de la que pocas especies disponen: la memoria. Al fin y al cabo somos lo que recordamos.

Somos la especie animal con mayor capacidad de memoria, junto con los delfines y los elefantes, pero estos están muy por debajo de nuestros niveles cognitivos.

 

¿Se han preguntado alguna vez dónde se almacenan los recuerdos? ¿En qué lado de nuestra masa gris están? ¿Por qué algunos recuerdos resultan inamovibles con el paso de los años y otros se difuminan en el mismo día?

La memoria está unida a las emociones, es verdaderamente profunda, como un surco en la arena.  Seguro que todos recordamos el día que nacieron nuestros hijos o el día que discutimos con nuestro mejor amigo, pero seguro que no recordamos lo que cenamos la semana pasada. Esto se debe a que es una acción rutinaria, nuestro cerebro no le da importancia y la memoria implícita no queda verdaderamente grabada. Las emociones intensas se encargan de grabar los recuerdos.

En un estudio se sometió a un paciente de 27 años a una operación quirúrgica muy arriesgada, dado
que tenía muchos ataques epilépticos; en esta operación  se le extirpó la región del cerebro donde los doctores creían que se encontraba el foco epiléptico, una parte del lóbulo temporal que incluía el hipocampo. Los resultados fueron sorprendentes: tras la intervención, el cerebro del paciente perdió toda capacidad de formar memoria. El joven gozó los siguientes años de buena salud, pero era incapaz de recordar nada que le hubiera ocurrido después de la operación, ni a las enfermeras que le trataban de un día para otro, ni a los médicos, ni nada de lo que le ocurría a diario. Así ha estado hasta el día de su muerte, a los 78 años de edad.

Esto nos viene a decir que la memoria se encuentra en el hipocampo, pero ¿Qué es la memoria? ¿De que están hechos los recuerdos?
Se podría definir la memoria como la capacidad del sistema nervioso de retener información acerca de las experiencias pasadas de forma que puedan resultar condicionadas las conductas futuras.

Es famoso el término "somos lo que comemos"; se podría decir también que somos lo que recordamos y nuestros alimentos son determinantes en la formación de conexiones neuronales que son directamente proporcionales a nuestra capacidad de memorizar situaciones
La fosfatidilserina, el mejor amigo de la memoria, es una grasa inteligente que ayuda a formar mielina (revestimiento de todos los nervios), favoreciendo de esta manera que las señales lleguen de forma correcta a través del sistema nervioso. 
Estas grasas no sólo mejoran nuestro humor, refuerzan la mente y su rendimiento intelectual, nos protegen frente el declive neuronal y a patologías degenerativas, como el Alzheimer.
Nuestro cuerpo puede fabricar estos fosfolípidos, pero en cantidades muy pequeñas, por lo que es recomendable la ingesta diaria de por los menos 100 mg de fosfatidilserina.

Un nutriente importantísimo para la memoria son los ácidos grasos omegas 3, 6 y 9. De todos ellos, el más importante podría decirse que es el omega 3, y en concreto, el DHA (docosahexanoico).
Curiosamente, en la era en la que vivimos, una persona consume seis veces menos omega 3 que las personas que vivían en 1850. Por eso el declive a nivel cognitivo que sufrimos en estos días se debe a la elección de los alimentos, pero sobre todo al procesamiento de los mismos.
El DHA se encuentra mayoritariamente en los pescados pequeños azules. Los omega 6 están en los aceites vegetales, en los frutos secos y en los cereales. 
Los fosfolípidos mejoran las transmisiones del cerebro, al mantener los receptores neuronales en perfecta forma.

Por último, recordar que el cerebro necesita glucosa pero no necesita azúcar; cuanto más dulce se tome, más difícil será mantener unos niveles equilibrados de azúcar en sangre.
Estos desequilibrios glucémicos, lo único que hacen es irritar de forma alarmante el sistema nervioso central, produciendo irritabilidad, falta de concentración, problemas digestivos y en último estadio, depresión.

La glucosa en sí no es tóxica, siempre que se consiga mantener estables sus niveles en sangre. Pero cuando estos niveles sobrepasan el umbral máximo, se padece la conocida diabetes. La glucosa se vuelve tóxica para el cerebro y causa daños en los nervios, en los ojos y en el cerebro.
Una buena práctica sería consumir hidratos de carbono complejos, ya que estos son de asimilación lenta produciendo niveles de glucosa óptima para el cerebro.

El cerebro es una máquina muy bien diseñada para encontrar peligros, en forma de león que nos puede atacar o en forma del tráfico de una gran ciudad; pero no diferencia lo uno del otro, sigue respondiendo desde hace miles de años de la misma forma.
Uno de los mayores problemas de la memoria es el estrés crónico. Cuando esto ocurre, nuestro sistema hormonal empieza a producir cortisol (hormona del estrés) que daña directamente los procesos cognitivos cuando esto se cronifica.

Una vida plácida, lenta y disfrutando de las cosas sencillas de la vida, junto a una relación amorosa con sus semejantes, es el mejor garante de mantener nuestro cerebro en condiciones inmejorables para durar muchos, muchos años. Recordemos que esta "máquina" estará generando conexiones neuronales nuevas hasta el día de su muerte, y si nuestra vida es monótona, aburrida y triste el número de conexiones nuevas creadas sera mínimo. Si por el contrario, conseguimos que nuestra vida sea más alegre, mantenemos una actitud positiva y buenas relaciones con nuestros semejantes, se generarán muchísimas más nuevas conexiones neuronales. La ciencia llama a esto Neuroplasticidad.

Si siempre hacemos lo mismo, obtendremos lo que siempre hemos tenido. Si queremos cambiar nuestra vida, cambiemos nuestros pensamientos porque ellos son los responsables.
Cuidemos nuestros pensamientos porque ellos se volverán palabras. Cuidemos nuestras palabras porque ellas se volverán actos. Cuidemos nuestros actos porque ellos se harán costumbres. Y cuidemos nuestras costumbres porque forjarán nuestro carácter y nuestro carácter formará nuestro destino. Tendremos el doble de aquello que deseemos a los demás. Pensemos que la felicidad no es cuestión del destino, es cuestión de elección.



Juan José Mariño Benito
Dir. Técnico Suplementos Zeus



La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.

Publicado sin autorización del dueño del copyright.

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