En los últimos años ha habido un interés creciente por los complementos alimenticios a base de ácido hialurónico.
Estos productos están dirigidos especialmente a la nutrición articular y de la piel.
De todas las presentaciones disponibles en el mercado, hay que saber que sólo un tipo es el que mantiene las características originales de alto peso molecular y de no estar ligado a proteínas. A partir de un peso inferior a 500.000 Daltons las propiedades de los distintos complementos empiezan a diferir. Los resultados positivos en la piel y las articulaciones se han obtenido en estudios realizados con ácido hialurónico de alto peso molecular.
En consecuencia, los complementos alimenticios no son equivalentes debido a las diferentes propiedades de los tres tipos más importantes de ácido hialurónico. Los consumidores y profesionales de la salud deben estar informados de los diferentes tipos, sus fuentes y sus grandes diferencias en cuanto a sus propiedades (incluso antes de su ingestión).
Un fuente es el cartílago hidrolizado de esternón de pollo.
En este caso el ácido hialurónico se obtiene por la degradación enzimática del colágeno tipo II del cartílago de esternón de pollo en fragmentos muy pequeños. Como consecuencia de la hidrólisis se obtienen ácido hialurónico, sulfato de condroitina, y fragmentos de colágeno tipo II. Este producto es fácil de identificar porque aporta de forma simultánea estos tres nutrientes. Sin embargo, es claramente distinto y no mantiene las propiedades del ácido hialurónico nativo, en consecuencia no debería ser presentado a los consumidores como tal en la etiqueta del producto.
El ácido hialurónico obtenido de cresta de gallo, es significativamente más pequeño que el nativo (cerca del
10-20% menor de su tamaño), y está íntimamente unido a las proteínas del tejido conectivo. Este tipo no aporta las propiedades y beneficios del ácido hialurónico nativo debido a su tamaño más pequeño y su fuerte unión a las proteínas.
El tercer tipo, es el ácido hialurónico de alto peso molecular, purificado. Es posible obtenerlo de fermentación bacteriana (Streptoccoccus ssp.) y de fuentes animales, y es prácticamente idéntico al nativo. De todas las presentaciones consideradas, el obtenido por fermentación bacteriana, es el de mayor parecido en todas las atribuciones al ácido hialurónico nativo.
Para finalizar, de los tres tipos valorados, sólo el ácido hialurónico purificado, obetenido por fermentación bacteriana, ha mostrado evidencias de su absorción por vía oral. En esencia, cuando hablamos de los beneficios que puede aportar: mejor cuanto mayor sea su peso molecular; mientras que los fragmentos más pequeños de ácido hialurónico tienen propiedades muy diferentes, incluso opuestas, al nativo.
Resumen del artículo publicado en:
Journal of Applied Nutrition Vol. 54 number 1, 2004
"Will the real hyaluronan please sand up?"
Información cedida por "Solaray"
La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.
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