A pesar de que no nos acordamos de ella hasta que empieza a dar problemas, la próstata es una glándula esencial para la buena marcha de las funciones masculinas, que conviene cuidar durante toda la vida.
La próstata es una pequeña glándula que se sitúa bajo la vejiga, abrazando la uretra, el conducto que lleva la orina desde la vejiga hasta el pene. Sus funciones son básicamente sexuales, ya que participa en la formación del líquido seminal y en la contracción en el momento de la eyaculación, de modo que cuidar su salud no sólo es importante para prevenir la hiperplasia benigna, sino también para mantener un buen grado de fertilidad y de funcionalidad sexual.
Hiperplasia benigna de próstata (HBP)
Curiosamente, y de forma normal, con la edad, la próstata aumenta de tamaño, y puede pasar de tener el volumen de una castaña antes de los 40 años a ser tan grande como un limón a partir de los 60.
Este cambio de tamaño provoca alteraciones fisiológicas, ya que al agrandarse la próstata se produce una especie de estrangulamiento alrededor de la uretra, lo que genera molestias: problemas al orinar (dolor, escozor), necesidad de orinar frecuentemente y/o con urgencia y también sensaciones desagradables en el periné, escroto y pubis, sobre todo cuando se realizan actividades físicas.
Este agrandamiento tiene lugar a causa de un aumento de la dihidrotestosterona, un compuesto perverso derivado de la testosterona natural por acción de la sobreproducción de una enzima denominada 5-alfa-reductasa.
Complementos nutricionales recomendados
- Selenio: además de ser antioxidante, este mineral ayuda a prevenir el cáncer de próstata.
- Zinc: actúa regulando la producción de hormonas masculinas y, por tanto, mejora el funcionamiento de la próstata. Hasta el 70% de las prostatitis se alivian tomando este mineral.
- Licopeno: se trata de un pigmento antioxidante que ha mostrado tener la capacidad de reducir el crecimiento de la próstata, al mismo tiempo que ayuda a prevenir el cáncer de próstata.
- Vitaminas A, D y E: las capacidades antioxidantes de estas vitaminas bloquean la oxidación de los tejidos y las consecuencias negativas que los radicales libres provocan en ellos.
- Isoflavonas de soja (Glycine max): ayudan a prevenir la progresión de los cánceres de próstata, aparentemente desde distintas vías. De hecho, una revisión científica pudo demostrar que los hombres que tomaban al menos una bebida de soja al día tenían un 70% menos de posibilidades de desarrollar un cáncer de próstata.
- DHA y EPA: estos ácidos grasos esenciales ayudan a modular los procesos inflamatorios y, por tanto, a aliviar las molestias de la hiperplasia inhibiendo las prostaglandinas proinflamatorias.
Plantas que ayudan
- Sabal (Serenoa repens): esta planta es rica en ácidos grasos y en fitoesteroles, que tienen la capacidad de regular los procesos inflamatorios que provocan el crecimiento irregular de la próstata, además posee propiedades antioxidantes.
- Ciruelo africano (Pygeum africanum): alivia los síntomas de la HBP, tales como la micción frecuente y los transtornos sexuales gracias, sobre todo, a las betasitosteroles que contiene.
- Calabaza (Curcubita pepo L. var oleifera Pietsch): las semillas de esta planta son muy ricas en ácido linoleico, ácido oleico y vitaminas A y E, además tiene buenas cantidades de hierro, zinc, magnesio y selenio. En conjunto, nutre la glándula y ayuda a bloquear los procesos inflamatorios que provocan su crecimiento.
- Epilobio (Epilobium angustifolium L.): en las flores de esta planta se encuentran principios activos que actúan desinflamando la próstata.
- Ortiga (Urtica dioica L.): su raíz es rica en lignanos, fenoles, esteroles y lecitinas, que ayudan a tratar los problemas urinarios y prostáticos.
- Nopal (Opuntia Ficus-Indica): sus frutos han demostrado plenamente su capacidad antiinflamatoria de la próstata.
Qué te conviene
- Sigue una dieta rica en legumbres, fruta y verduras: la riqueza en antioxidantes y fibra de estos alimentos ayuda a combatir los radicales libres y el estreñimiento.
- Disminuye o evita el consumo de carnes (especialmente las tratadas con hormonas) y lácteos grasos, ya que incrementan la actividad proinflamatoria de la dihidrotestosterona. La Escuela de Salud de Harvard limita muchísimo el consumo de estos alimentos en su tabla de alimentos saludables para la próstata (2013).
- Aumenta la ingesta diaria de fibra dietética tomando alimentos y cereales integrales.
- Mantén un peso saludable. Se ha demostrado que el sobrepeso, especialmente a nivel abdominal, duplica el riesgo de tener problemas de próstata.
- Haz ejercicio regular y adaptado a tus posibilidades, pero evitando actividades que sobrecarguen la zona perianal, como el ciclismo, montar a caballo o conducir durante intervalos de tiempo muy largos.
- Evita el estrés, las emociones negativas, la depresión y la ansiedad, puesto que pueden afectar al control neurológico de las vías urinarias y, en consecuencia, de la próstata.
- Toma al menos 2 litros de agua al día y hazlo repartido durante todo el día, evitando beber grandes cantidades de una sola vez, ya que esto fuerza la vejiga.
- Evita las bebidas con cafeína y las alcohólicas porque son deshidratantes, oxidantes y dañan el funcionamiento del hígado y del riñon.Mantén un tránsito intestinal activo, ya que el estreñimiento, sobre todo si es crónico, puede comprimir la próstata y afectar a su bienestar.
Cáncer de próstata
Es el cáncer más común en el hombre. Incide en 1 de cada 9 hombres mayores de 70 años. La herencia, factores ambientales, hormonales o infecciosos pueden ser la causa del desarrollo de un cáncer de próstata. El denominador común en todos los casos de cáncer es el ya comentado proceso de conversión de las testosterona natural a dihidrotestosterona, que estimula el alargamiento anormal de la próstata y el sobrecrecimiento celular neoplástico.
Complementos nutricionales recomendados
- Selenio: tomado regularmente y en dosis altas (200 microgramos/día), ayuda a reducir la incidencia del cáncer hasta en un 63%
- Polifenoles de té verde (Camellia sinensi): han mostrado ser útiles para ayudar a prevenir el desarrollo del cáncer de próstata.
- Isoflavonas de soja (Glycine max): al ser reguladoras de los estrogénicos circulantes, su acción acaba incidiendo en el equilibrio de la producción testosterónica.
- Sabal (Serenoa repens): interfiere en la conversión de testosterona en dihidrotestosterna, la cual estimula el crecimiento y división de células prostáticas que pueden degenerar en cáncer.
- Cartílago de tiburón: su actividad inhibidora de la angiogénesis, evita la formación de nuevos vasos sanguíneos que nutren el tumor de la próstata.
- Reishi (Ganoderma lucidum): inhibe la enzima 5-alfa-reductasa, bloqueando la transformación de testosterona en dihidrotestosterona, que actuaría sobre los receptores androgénicos en el cáncer de próstata. Activa la apoptosis celular y tiene efecto antiangiogénico sobre los vasos que favorecen el crecimiento tumoral.
- Zumo de granada: rico en polifenoles de potente efecto antioxidante, antiproliferativo de células tumorales prostáticas e induce la apoptosis.
Plantas que ayudan
- Ciruelo africano, sabal y nopal: nombrada ya en el apartado de HBP, son las más socorridas en los tratamientos de regulación prostática.
- Pao d´Arco (Tabebuia avellanedae): posee una función inmunoestimuladora bastante socorrida en los preparados prostáticos.
- Regaliz (Glyzyrrhiza glaba): sus flavonoides ayudan a inhibir el crecimiento de las células cancerígenas.
- Cardo mariano (Silybum marianum): sus principios activos son útiles para ayudar a mejorar la eficacia de la quimioterapia y reducir la toxicidad de alguno fármacos y el crecimiento tumoral.
Guadalupe Jiménez, bióloga
Información facilitada por Santiveri
La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.