Los minerales son imprescindibles para la salud y el agua mineral es una excelente fuente para adquirirlos y recuerda: no hay que esperar a tener sed para beber.
Cuando tenemos sed ya se ha perdido un 1% del agua corporal y a este nivel de deshidratación ya se pueden notar algunos efectos como un menor rendimiento físico.
Lo ideal sería reponer las sales minerales perdidas a través de la sudoración.
Hay muchas clases de aguas, pero no todas son iguales. Las mejores para los deportistas son aquellas que poseen una composición determinada: ligeramente carbonatadas de manera natural, que contengan al menos 20 minerales como sodio, magnesio, calcio y otros elementos que incluyen componentes activos de doble trazo (bicarbonato de sodio y calcio magnesio)
Que nos aseguren un proceso de embotellado que conserve todas sus propiedades, y que conserve, a través de su proceso patentado, todos los minerales y las propiedades que posee en la fuente.
Este tipo de agua seleccionada va a poseer un doble efecto beneficioso, como parte de un estilo de vida saludable y contribuyendo al buen funcionamiento del cuerpo.
El agua mineral natural carbónica promueve la digestión, gracias a su composición de iones de cloruro y calcio. Ayuda a luchar contra la fatiga y contra las consecuencias de la deficiencia de magnesio que puede conducir a la laxitud, la falta de energía y dificultad para concentrarse.
Es particularmente aconsejable en determinadas situaciones: dieta fitness, prácticas deportivas, etc...
Consejos de uso
- En tiempos de preparación intensiva antes de la competición.
- Debemos tomarla inmediatamente después del entrenamiento e incluso incrementar su consumo 5 a 10 días antes del evento.
Cristina Conde
Experta Universitaria en Dietética y Nutrición
La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.
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