Médicos e investigadores consideran hoy en día que la deficiencia de vitamina D constituye un factor clave en las enfermedades crónicas más frecuentes. De hecho, se considera que la mayoría de la población mundial tiene un nivel inadecuado de vitamina D. Sin embargo, estas preocupaciones no parecen reflejarse en las políticas públicas.
Además de su consabida importancia en la salud ósea y su capacidad de protección ante el raquitismo infantil, la vitamina D está involucrada en la expresión de más de 1.000 genes.
Éstas son algunas de sus funciones claves:
- Regula la homeostasis del calcio para la salud ósea, la transmisión nerviosa y para prevenir la deposición del calcio en los tejidos blandos (la calcificación vascular es un factor de riesgo conocido en la enfermedad cardiovascular). Los mecanismos de acción de la vitamina D en esto están relacionados con la regulación de la hormona para-tiroidea y la desmineralización ósea; y controla el grado en el cual el calcio se absorbe en el intestino y es excretado en la orina.
- Control de la proliferación y diferenciación celular, lo que puede reducir el riesgo de cáncer.
- Mejora el sistema inmune haciéndolo más "tolerante", lo que podría reducir el riesgo de enfermedades auto-inmunes.
- Ayuda a controlar los microbios, ya que produce sustancias antibióticas, tales como la catelicidina.
- Es necesaria para la secreción de la insulina, lo que puede ser útil en personas con riesgo de tolerancia a la glucosa y diabetes.
- Regula la acción de la renina, importante en el control de la presión sanguínea.
¿Tenemos un nivel óptimo de vitamina D?
Según muchos expertos la respuesta es probablemente, NO.
El estado de la vitamina D se evalúa midiendo los niveles séricos de la 25-hidroxivitamina D (25 (OH) D3. Los valores de referencia normales varían, pero en el Reino Unido es aproximadamente de 40-140nmol/L.
En los EE.UU., el Instituto de Medicina ha fijado el límite en 50nmol/L. Sin embargo, muchas personas que se sienten saludables y que revisaron sus niveles séricos, se sorprendieron al encontrar que éstos estaban en el límite de estos valores.
Además, muchos médicos y científicos creen que el nivel mínimo a alcanzar sería de 75nmol/L. Uno de los argumentos es que los valores de referencia séricos de 25 (OH) D se observan en personas que se consideran "normales" por no tener raquitismo y que para la prevención de enfermedades de mayor latencia, como el cáncer, se requieren niveles séricos más altos.
Algunos expertos incluso creen que deberíamos llegar a niveles tan altos como 100-150nmol/L si queremos reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Dado que se estima que el nivel promedio de la vitamina D en suero está en 54nmol/L, no es sorprendente que tantos expertos estén preocupados por una insuficiencia mundial. Incluso se ha propuesto que si el promedio mundial se incrementara a 105nmol/L, todas las causas de mortalidad se reducirían en un 21%, la esperanza de vida aumentaría en 2 años y los costes de asistencia sanitaria se reducirían en un 20%.
La fuentes de vitamina D
Si realmente estamos bajos en vitamina D, debemos saber por qué. Una razón podría ser que es difícil conseguir lo que necesitamos en los alimentos. La única fuente alimentaria importante es el pescado graso. La mayor parte de nuestra vitamina D proviene del Sol. Pero hay un problema: muchas personas nunca obtienen la vitamina D que necesitan sólo de la luz solar, pues esto se ve obstaculizado por la temporada, la latitud, la hora del día, la nubosidad (la completa nubosidad reduce la síntesis de vitamina D en un 50%), humo/contaminación (la mayoría de nosotros vivimos en ciudades), el contenido de melanina de la piel (la piel más oscura, obtendrá menos vitamina D del Sol) y los protectores solares (SPF de 8 o más)
Incluso en verano, cuando la vitamina D está más disponible, se estima que el 45%, por ejemplo de la población inglesa, tiene niveles de vitamina D de menos de 40nmol/L (deficiente) y que el 75% no llega al "nivel óptimo de 75nmol/L".
Insuficiencia de vitamina D y Enfemedad Crónica
De hecho, la insuficiencia de vitamina D ha sido implicada en diversas enfermedades crónicas, tales como:
- Osteoporosis
Existe una relación bien establecida entre la deficienca de vitamina D y la osteoporosis, debido a su efecto sobre el metabolismo del calcio. Estudios de gran envergadura realizados en 1990, indicaron una reducción en las fracturas de cadera con suplementación de vitamina D a 800UI, pero no a 400UI. En un reciente meta-análisis de ensayos controlados aleatorios, se redujeron en un 26% las fracturas de caderas, en los que tomaron de 700 a 800UI de vitamina D, frente a los que tomaron sólo calcio o sólo placebo. - Debilidad muscular y caídas
Las células del músculo esquelético contienen receptores de vitamina D y se ha reportado una incidencia significativa de menos concentración sérica de vitamina D, en personas con debilidad muscular, dolores y molestias. - Cáncer
Ya en la década de 1980, se observó que las tasas de cáncer de colon eran mayores en las zonas de los EE.UU. con los niveles más bajos de radiación solar anual. Desde entonces, diferentes y variadas líneas celulares de cáncer han demostrado responder a la vitamina D en ensayos de laboratorio y los meta-análisis de dosis-respuesta a la vitamina D han demostrado una fuerte asociación entre los niveles de 25 (OH) D y la reducción del riesgo de cáncer de mama y de su recurrencia. Los expertos predicen reducciones significativas del riesgo de varios tipo de cáncer a la ingesta diaria y a niveles séricos más altos que el promedio actual.
Entre los posibles mecanismos se incluyen la reducción de la proliferación celular, el incremento de la diferenciación celular, el aumento de la apoptosis de las células mutantes y la inhibición de la angiogénesis. Así, la vitamina D puede intervenir en todas las etapas del cáncer, desde la iniciación, hasta la progresión y la metástasis. - Transtornos cognitivos
La vitamina D y los receptores de vitamina D son enzimas metabólicas ampliamente distribuidas en el cerebro del adulto, lo que sugiere que la vitamina D es importante para el desarrollo y la función del cerebro. Los estudios observados identifican una relación entre bajos niveles de vitamina D y demencia, particularmente en la Enfermedad de Alzheimer (EA).
Un estudio reciente concluyó que la vitamina D puede tener un papel en la EA, cuando se encontró que una diete enriquecida en D3, estaba correlacionada con una reducción en el número de placas de amiloide, inflamación del cerebro y un aumento en el factor de crecimiento nervioso en el cerebro de los ratones transgénicos. Un estudio en humanos encontró que la vitamina D añadida al efecto de la curcumina, consiguió la estimulación de macrófagos para limpiar placas de amiloides en pacientes de EA. - Transtorno Afectivo Estacional (SAD)
La Terapia de luz de amplio espectro, incluye longitudes de onda de luz que permiten a la piel producir vitamina D, y esto ha llevado a la hipótesis de que parte de los efectos beneficiosos de la terapia de luz, puede ser debido a la vitamina D. En una revisión de 2008 de seis estudios del transtorno del estado de ánimo, que midieron la concentración sérica de suero de vitamina D, cuatro de ellos mostraron una correlación significativa entre el bajo nivel de la 25 (OH) D y una mayor incidencia de trastornos del estado de ánimo, incluyendo SAD. Algunos estudios de intervención a pequeña escala también apoyan la hipótesis de que la vitamina D puede ayudar a mejorar el estado de ánimo, aunque la evidencia general es todavía un poco contradictoria.
- Problemas del Sistema Inmunológico
Epidemiológicamente, la deficiencia de vitamina D está relacionada con problemas inmunes crónicos. Células del sistema inmunológico innatas y adaptivas han mostrado ser blanco directo de metabolitos de la vitamina D y de agilizar las enzimas para convertir localmente la 25 (OH) en su forma activa. - Transtornos Inmunológicos Infecciosos
Se ha descubierto que la vitamina D estimula la eliminación de patógenos a través de una variedad de mecanismos, incluyendo hasta la regulación de la síntesis de proteínas antimicrobianas como la defensinas y catelicina en membranas mucosas. Esto mejora la resistencia contra las infecciones bacterianas, incluyendo la enfermedad periodental, la tuberculosis, la neumonía y la septicemia. Además, el mantenimiento de suero de 25 (OH) D3 en 95nmol/L ha demostrado que reduce el riesgo de infecciones virales respiratorias agudas. - Enfermedades Auto-Inmunes
Hay evidencias preliminares de que la vitamina D puede tener el potencial para ayudar en al artritis reumatoide, psoriasis, diabetes tipo 1, la Enfermedad de Chron, Esclerosis Múltiple y el hipotiroidismo autoinmune.
Se piensa que un mecanismo clave de la vitamina D es mejorar la tolerancia inmune, regulando la síntesis de células T reguladoras y reduciendo la presentación de antígenos por las células dendríticas y las células T ayudantes. Ambos mecanismos conducen a una reducción en la proliferación de citoquinas pro-inflamatorias - Enfermedad Cardiovascular
Los estudios observados indican que los individuos con menor 25 (OH) D en suero tienen un riesgo mayor de incidencias de enfermedades cardiovasculares (CVD), incluyendo ataques al corazón, accidentes cerebro vasculares e insuficiencia cardíaca.
Los mecanismos propuestos en CVD incluyen la reducción de la tendencia del calcio a acumularse en los tejidos blandos, la reducción del colesterol LDL y el aumento del colesterol HDL, la reducción de la proliferación del músculo liso vascular, la mejora de tolerancia inmune, lo que conduce a un mejor control de la inflamación y control de la renina, los cuales afectan a la presión sanguínea.
Pacientes hipertensos tuvieron uan reducción de presión arterial tomando vitamina D via oral y también personas expuestas al control regulado de UVB.
La preocupación en torno a la toxicidad se debe a la posibilidad de hipercalcemia de los excesivos niveles de vitamina D. Sin embargo, estudios recientes han indicado que para alcanzar el umbral de "tóxico" hay que tomar cantidades extraordinariamente altas.
Suplementación con vitamina D
Por lo tanto, ¿debemos suplementarnos? y si es así, ¿cuánto? Los suplementos de vitamina D vienen en dos formas: D2 (ergo calciferol) y D3 (cole calciferol). La D3 es la forma natural y por lo tanto, se le considera mas biodisponible que la D2.
La mayoría de los suplementos multi vitamínicos contienen niveles bastante bajos (normalmente de 200 a 400UI) para tomar diariamente sin problema, pero si nos ajustamos a las dosis terapéuticas, lo más sensato sería hacernos un test de los niveles séricos primero. Si los niveles séricos son inferiores al óptimo (75nmo/L como base; 100-150nmol/L de acuerdo con algunos expertos), habría que conseguirla a través de los alimentos y de la exposición al sol. Esto significa exposición de la piel a diario en la mitad del día, sin protector solar.
Comience con 2-3 minutos solamente y aumente gradualmente hasta un máximo de 30 minutos, teniendo cuidado que no se queme.
Siete grandes organizaciones benéficas de la Salud en el Reino Unido, incluida la Investigación del Cáncer del Reino Unido, han desarrollado una nueva declaración de posición conjunta sobra la vitamina D y la exposición al sol: "Disfrutar del Sol con seguridad, velando que no se queme, puede ayudar a proporcionar beneficios de la vitamina D, sin elevar indebidamente el riesgo de cáncer de piel".
Si es necesario, considere la suplementación con vitamina D de acuerdo con los niveles de suero, el tipo de piel, la dieta y el estilo de vida. La velocidad a la que se elevan los niveles en suero, tiende a variar entre los individuos. Una repetición de test a los 3 o a los 6 meses sería conveniente.
Resumen
La vitamina D ha sido conocida como un nutriente importante para la salud del esqueleto. Pero ahora está surgiendo evidencia que vincula la deficiencia de vitamina D con el desarrollo de muchas otras enfermedades crónicas a largo plazo. Todavía hay un desacuerdo significativo sobre el grado de deficiencia de vitamina D y la medida en que el aumento de sus niveles puede reducir la carga de enfermedades crónicas.
Esperamos que esta información sobre la vitamina D haya ayudado a explicar algunas de las cuestiones claves en torno a la vitamina D en la salud humana.
Texto de Lorraine Nicolle, MSc, NTCC, MBANT / Información cedida por Lamberts Española
Texto de Lorraine Nicolle, MSc, NTCC, MBANT / Información cedida por Lamberts Española
La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.