Entre todos los dones que la Naturaleza ha puesto a nuestro alcance destaca la tierra que pisamos cada día, cuyos misterios y riquezas desconocemos en gran medida. Estas capacidades aprovechadas por el hombre desde tiempos remotos, han caído en el olvido en una era de cientifismo exclusivista, en el que la evolución y el desarrollo de la medicina nos han hecho renegar de los remedios que la Naturaleza nos ofrece de manera espontánea y natural desde el principio de los tiempos. El empleo de la arcilla se conoce desde hace siglos, en todas las épocas y continentes, para curar todo tipo de enfermedades, heridas, afecciones de la piel y problemas inflamatorios.
El efecto terapeútico del barro se debe a su poder refrescante, antiinflamatorio, descongestionante, absorbente, calmante y antibacteriológico. Es un poderoso desinfectante, además de poseer un gran potencial de absorción y adsorción.
Las arcillas poseen numerosos minerales, oligoelementos y catalizadores. El conocimiento de su uso se remonta a dos siglos antes de Cristo en los manuscritos de Dioscórides, en la Edad Media los escritos de Abate Kneipp y en la actualidad, científicos de la categoría del Prof. Laborde y Graese, de la Facultad de Farmacia de Estrasburgo corroboran las excelentes propiedades curativas de la arcilla.
Hay tres tipos de arcilla básicos:
La arcilla verde: Es la montmorillonita o bentonita, muy rica en magnesio, además de contener silicio, potasio, sosa, sal y fosfatos. También contiene óxidos de hierro, aluminio, manganeso, magnesio y titanio. Es desintoxicante, remineralizante y absorbente.
La variedad más cálcica, la illita, se utiliza para absorber residuos e impurezas de la piel, y aplicada en forma de cataplasmas para traumatismos y contusiones. Es la más utilizada por su riqueza en oligoelementos y su gran poder absorbente.
La arcilla blanca: Se suele utilizar internamente, en forma de leche de arcilla, por su capacidad de proteger la mucosa gástrica. Su acción es antibacteriana, antiinflamatoria y cicatrizante. Absorbe las toxinas, lo que la hace útil
ante intoxicaciones alimentarias. Ayuda a combatir el estreñimiento y también regula el pH. En uso externo puede aplicarse en forma de cataplasmas y mascarillas.
Otro tipo de arcilla interna es la Bentonita, de color ligeramente verdoso y gran poder detoxificante. La razón fundamental del poder de atracción de la bentonita es su carga negativa, ya que la mayoría de las toxinas de nuestro organismo tienen carga positiva. Por este motivo, puede adsober infinidad de sustancias tóxicas como impurezas, bacterias, xenobióticos, plaguicidas, agentes patógenos, parásitos, etc. No puede ser absorbida por el organismo, por lo que su toxicidad es nula y no produce efectos secundarios.
La arcilla roja: El color rojo se debe a un mayor contenido de óxidos e hidróxidos de hierro, por su contenido en silicato de aluminio actúa como antiácido. La atapulgila, variedad de arcilla roja que también
puede ser blanca o verde, es muy utilizada por su fuerte poder absorbente, en curas gástricas, úlceras de estómago, colitis y gastritis.
Todas las arcillas contienen en su bioquímica los minerales y oligoelementos indispensables para todo ser vivo, desempeñado importantes funciones en el cuerpo. La arcilla aporta sílice, magnesio, calcio, sodio, potasio, manganeso, hierro, zinc, selenio y litio.
Información cedida por "Natur Import", " Nutergia" y "Bellsolá".
Este artículo tiene carácter meramente informativo. Ante cualquier duda, siempre es preferible consultar a su terapeuta, medico o profesional de la salud.
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jueves, 11 de diciembre de 2014
jueves, 4 de diciembre de 2014
No todos los ácidos hialurónicos son iguales
En los últimos años ha habido un interés creciente por los complementos alimenticios a base de ácido hialurónico.
Estos productos están dirigidos especialmente a la nutrición articular y de la piel.
De todas las presentaciones disponibles en el mercado, hay que saber que sólo un tipo es el que mantiene las características originales de alto peso molecular y de no estar ligado a proteínas. A partir de un peso inferior a 500.000 Daltons las propiedades de los distintos complementos empiezan a diferir. Los resultados positivos en la piel y las articulaciones se han obtenido en estudios realizados con ácido hialurónico de alto peso molecular.
En consecuencia, los complementos alimenticios no son equivalentes debido a las diferentes propiedades de los tres tipos más importantes de ácido hialurónico. Los consumidores y profesionales de la salud deben estar informados de los diferentes tipos, sus fuentes y sus grandes diferencias en cuanto a sus propiedades (incluso antes de su ingestión).
Un fuente es el cartílago hidrolizado de esternón de pollo.
En este caso el ácido hialurónico se obtiene por la degradación enzimática del colágeno tipo II del cartílago de esternón de pollo en fragmentos muy pequeños. Como consecuencia de la hidrólisis se obtienen ácido hialurónico, sulfato de condroitina, y fragmentos de colágeno tipo II. Este producto es fácil de identificar porque aporta de forma simultánea estos tres nutrientes. Sin embargo, es claramente distinto y no mantiene las propiedades del ácido hialurónico nativo, en consecuencia no debería ser presentado a los consumidores como tal en la etiqueta del producto.
El ácido hialurónico obtenido de cresta de gallo, es significativamente más pequeño que el nativo (cerca del
10-20% menor de su tamaño), y está íntimamente unido a las proteínas del tejido conectivo. Este tipo no aporta las propiedades y beneficios del ácido hialurónico nativo debido a su tamaño más pequeño y su fuerte unión a las proteínas.
El tercer tipo, es el ácido hialurónico de alto peso molecular, purificado. Es posible obtenerlo de fermentación bacteriana (Streptoccoccus ssp.) y de fuentes animales, y es prácticamente idéntico al nativo. De todas las presentaciones consideradas, el obtenido por fermentación bacteriana, es el de mayor parecido en todas las atribuciones al ácido hialurónico nativo.
Para finalizar, de los tres tipos valorados, sólo el ácido hialurónico purificado, obetenido por fermentación bacteriana, ha mostrado evidencias de su absorción por vía oral. En esencia, cuando hablamos de los beneficios que puede aportar: mejor cuanto mayor sea su peso molecular; mientras que los fragmentos más pequeños de ácido hialurónico tienen propiedades muy diferentes, incluso opuestas, al nativo.
Resumen del artículo publicado en:
Journal of Applied Nutrition Vol. 54 number 1, 2004
"Will the real hyaluronan please sand up?"
Información cedida por "Solaray"
La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.
Estos productos están dirigidos especialmente a la nutrición articular y de la piel.
De todas las presentaciones disponibles en el mercado, hay que saber que sólo un tipo es el que mantiene las características originales de alto peso molecular y de no estar ligado a proteínas. A partir de un peso inferior a 500.000 Daltons las propiedades de los distintos complementos empiezan a diferir. Los resultados positivos en la piel y las articulaciones se han obtenido en estudios realizados con ácido hialurónico de alto peso molecular.
En consecuencia, los complementos alimenticios no son equivalentes debido a las diferentes propiedades de los tres tipos más importantes de ácido hialurónico. Los consumidores y profesionales de la salud deben estar informados de los diferentes tipos, sus fuentes y sus grandes diferencias en cuanto a sus propiedades (incluso antes de su ingestión).
Un fuente es el cartílago hidrolizado de esternón de pollo.
En este caso el ácido hialurónico se obtiene por la degradación enzimática del colágeno tipo II del cartílago de esternón de pollo en fragmentos muy pequeños. Como consecuencia de la hidrólisis se obtienen ácido hialurónico, sulfato de condroitina, y fragmentos de colágeno tipo II. Este producto es fácil de identificar porque aporta de forma simultánea estos tres nutrientes. Sin embargo, es claramente distinto y no mantiene las propiedades del ácido hialurónico nativo, en consecuencia no debería ser presentado a los consumidores como tal en la etiqueta del producto.
El ácido hialurónico obtenido de cresta de gallo, es significativamente más pequeño que el nativo (cerca del
10-20% menor de su tamaño), y está íntimamente unido a las proteínas del tejido conectivo. Este tipo no aporta las propiedades y beneficios del ácido hialurónico nativo debido a su tamaño más pequeño y su fuerte unión a las proteínas.
El tercer tipo, es el ácido hialurónico de alto peso molecular, purificado. Es posible obtenerlo de fermentación bacteriana (Streptoccoccus ssp.) y de fuentes animales, y es prácticamente idéntico al nativo. De todas las presentaciones consideradas, el obtenido por fermentación bacteriana, es el de mayor parecido en todas las atribuciones al ácido hialurónico nativo.
Para finalizar, de los tres tipos valorados, sólo el ácido hialurónico purificado, obetenido por fermentación bacteriana, ha mostrado evidencias de su absorción por vía oral. En esencia, cuando hablamos de los beneficios que puede aportar: mejor cuanto mayor sea su peso molecular; mientras que los fragmentos más pequeños de ácido hialurónico tienen propiedades muy diferentes, incluso opuestas, al nativo.
Resumen del artículo publicado en:
Journal of Applied Nutrition Vol. 54 number 1, 2004
"Will the real hyaluronan please sand up?"
Información cedida por "Solaray"
La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.
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