El silicio es uno de los doce elementos principales de la composición elemental del cuerpo. Es nuestro primer escudo de defensa.
Su fijación comienza durante la vida fetal en el cerebro, los músculos y el bazo, antes de la diversificación a otros órganos y se encuentra principalmente en las áreas de crecimiento y la regeneración de tejidos.
El contenido de silicio en el cuerpo está estrechamente relacionado con el grado de envejecimiento, disminuye con la edad y disminuye irreversiblemente.
Piel, cabello, uñas, sistema articular (articulaciones, cartílagos, ligamentos, tendones) y el sistema arterial se someten a lo largo del tiempo a muchas lesiones que contribuyen a la constante pérdida de silicio.
También interviene en el metabolismo celular: el silicio ayuda, apoya y fortalece las células del sistema inmune.
A su vez promueve la comunicación entre las células: si tu cuerpo tiene una necesidad en un lugar específico, la información se le dará rápidamente para que su cuerpo no tenga retraso o deficiencia o fatiga.
¿Para quién y para qué?
- Edad de más de 40 años
- En personas mayores renueva la fuerza y el tono muscular
- Personas físicamente activas que tiene aumentada la tensión en sus extremidades.
- Fumadores o exfumadores; contrarresta el envejecimiento prematuro.
- Aumenta la elasticidad del vientre durante y después del embarazo y la pérdida de cabello en mujeres embarazadas.
- Personas propensas a las infecciones.
- Alergias u otras enfermedades de la piel.
- Personas convalecientes.
Piel, cabello y uñas
- El silicio es un constituyente esencial de los tejidos conectivos (piel, cabello, uñas, articulaciones y sistema arterial).
- Se reestructura la piel mediante la regeneración del colágeno (que proporciona fuerza y apoyo al tejido de la piel) y la elastina (que mejora la elasticidad y flexibilidad de la piel)
- El silicio es una primera elección para combatir las arrugas, ya que es un gran regenerador celular.
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