Si comparamos la circulación sanguínea con la circulación de nuestras carreteras podríamos decir que existen tres actores esenciales. La sangre como vehículo, el corazón como motor de ese vehículo y los vasos sanguíneos, que serían las carreteras.
Para mantener en óptimas condiciones la circulación hemos de prestar atención a la salud de estos tres protagonistas desde la prevención y el tratamiento.
1. "Quien mueve las piernas, mueve el corazón"
En esta máxima se manifiesta uno de los consejos principales para una óptima salud circulatoria: realizar ejercicio físico de forma constante y adecuada a la edad y condiciones de cada persona.
Caminar 45 minutos al día se considera una actividad ideal.
2. Conservar un peso correcto.
La obesidad y el sobrepeso someten al organismo en general y al sistema circulatorio en particular a influencias altamente negativas.
3. Mantener los niveles de colesterol y azúcar.
Utilizando pautas dietéticas adecuadas y complementos alimenticios que aceleran y mejoran ese control.
4. Controlar la hipertensión arterial.
Disminuir la sal, por su contenido en sodio, y aumentar el consumo de potasio (plátanos, aguacates,..)
5. Reducir la ingesta de grasas saturadas.
Embutidos, carnes rojas, fritos, quesos curados, mantequillas y margarinas, grasas trans presentes en la bollería industrial, platos precocinados, y un largo etcétera presente en prácticamente toda la alimentación industrial.
6. Aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal.
Frutas, verduras, aceites vegetales (oliva, sésamo, girasol...), cereales, semillas, frutos secos, algas, muy deseable que provengan de producción ecológica.
7. Incrementar la fibra en nuestra dieta.
Con alimentos integrales, así como salvados de trigo o avena. La fibra previene el estreñimiento a la vez que ayuda a la eliminación de colesterol. El estreñimiento aumenta el riesgo de aparición de varices a la vez que dificulta la circulación de retorno.
8. Vigilar los grados de estrés, ansiedad...
Así como otros disturbios nerviosos, dadas sus implicaciones a nivel cardiovascular.
9. Desterrar el alcohol y tabaco
Ambos letales para nuestro organismo. La ropa muy apretada también dificulta la circulación, sobre todo la periférica, hemos de evitarla siempre que sea posible.
10. Complementos alimenticios, suplementos y plantas medicinales.
Para que la efectividad de lo anteriormente señalado sea mayor y más duradera podemos complementarla con vitamina C y bioflavonoides que mejoran nuestra salud vascular al reforzar las paredes de los vasos sanguíneos.
El ajo, por sus propiedades vasodilatadoras, es un gran aliado de una buen circulación.
Entre las plantas medicinales mención especial merece el Ginkgo Biloba, por su capacidad para licuar la sangre (anticoagulante) y su efecto vasodilatador.
También destacable son la vid roja, el rusco, castaño de indias, ortiga verde, mirtilo, milenrama, romero.
Olivo y espino blanco se recomiendan por su actividad reguladora de la tensión.
Por último, los suplementos de omega 3 altamente concentrado son de una gran efectividad en la mejora de la circulación sanguínea.
Información facilitada por "Vida Natural"
La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario