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jueves, 5 de noviembre de 2015

Prepara tus defensas


Nuestro sistema inmunológico, formado por miles de billones de células, es nuestra protección contra los virus de la gripe y del resfriado. Nuestra calidad de vida depende de la efectividad de la respuesta inmunológica, la cual actúa reconociendo a los gérmenes, destruyéndolos y finalmente recordando estos patógenos como defensa contra futuras invasiones.

Cuando empieza el otoño y con ello los cambios de tiempo, nuestro sistema inmunológico se debilita y se expone a bacterias y virus. Es una época en la que los niños empiezan la escuela y la guardería; y es el comienzo de infecciones respiratorias de repetición que nos acostumbran a lo largo del invierno.


Estas estaciones son sinónimo de frío. Los virus respiratorios proliferan y provocan los molestos catarros. Tanto niños como adultos son huéspedes ideales para todos estos virus.

Las infecciones crónicas o recurrentes, incluso los resfriados comunes muy leves, son signos de que el sistema inmunológico está debilitado.
Hoy en día muchos factores contribuyen al debilitamiento general de las defensas de nuestro cuerpo.

Es importante ayudar a nuestro organismo proporcionándole a través de una buena alimentación las herramientas necesarias para que puede defenderse de los ataques víricos y bacterianos.

Seguir una dieta variada, basada en alimentos frescos, de temporada y ricos en minerales y vitaminas es el secreto para conseguir un sistema inmunológico sano y fuerte.

Los nutrientes claves son: la vitamina A, los carotenos, la vitamina C, la vitamina E, las vitaminas del grupo B, el hierro, el zinc y el selenio.

Algunos alimentos beneficiosos que nos ayudan a tener un organismo preparado para combatir los resfriados y otros transtornos típicos de los meses de más frío:


  • Ajos, cebollas y el resto de hortalizas de esta familia como, puerros, ajos tiernos, cebolletas, etc. Estimulan las defensas y tienen un efecto antibiótico natural. Se pueden consumir en crudo pero una buena alternativa en épocas de frío es en forma de sopas o purés.

  • Cítricos: ricos en vitamina C son los más poderosos por sus acciones inmunoestimulantes. El kiwi, los pimientos, los tomates y la guayaba son buenos alimentos para aumentar nuestras defensas y prevenir las infecciones.

  • Hojas verdes y semillas: cualquier tipo de semilla; legumbres, cereales integrales, frutos secos y verduras de hoja verde nos aportaran multitud de micronutrientes esenciales para la formación de nuestras células defensivas.

  • Antioxidantes y defensas antitumorales, sobretodo los alimentos vegetales y en especial los que se suelen consumir crudos. Destacamos por sus propiedades antioxidantes las bayas (moras, fresas, arándanos, grosellas); los cítricos (naranja, limón, mandarina, pomelo); la manzana, piña, uva y zanahoria.

  • Alimentos con ácidos grasos esenciales (Omega 3, EPA y DHA): nos ayudaran a equilibrar nuestro sistema inmune (pescado azul, algas, semillas y aceite de lino, germen de trigo, nueces, onagra y aguacate)

  • Probióticos: alimentos repobladores de la flora intestinal (yogur, kéfir, miso no pasteurizado, tamari, tempeh)

Es importante realizar una buena dieta siempre y especialmente durante periodos de mayor riesgo de infección, como otoño e invierno, incluyendo los alimentos más beneficiosos para potenciar las defensas.

Las deficiencias inmunitarias más o menos graves pueden atribuirse a una carencia de vitaminas, minerales, aminoácidos, o ácidos grasos esenciales. Son especialmente susceptibles de deficiencia el hierro, el zinc, el cobre, y las vitaminas A, B12, y C, entre otros.

Un aspecto importante es la respuesta del sistema inmune intestinal que actúa frente a agentes infecciosos y es capaz de diferenciar entre agentes peligrosos e inocuos.
El intestino posee mecanismos de defensa que limitan el acceso de sustancias nocivas al organismo. Esta barrera intestinal está integrada por diversos elementos como enzimas digestivas y pancreáticas, el epitelio intestinal y las bacterias que constituyen la flora intestinal. 
Sin embargo, la barrera más efectiva está constituida por el tejido linfoide asociado al intestino o GALT.

Los expertos promueven el cuidado de la microbiota intestinal mediante la toma de probióticos y prebióticos por sus efectos protectores y beneficiosos. Un importante mecanismo de actuación de los prebióticos es que la microflora que estimulan presenta una estrecha interacción con el GALT, con intercambio de diversos componentes inmunitarios.

Otras plantas y suplementos para reforzar nuestras defensas
  • Vitamina C: vitamina hidrosoluble que los humanos no podemos sintetizar, por lo tanto tienes que ser incorporada a través de la alimentación o suplementación. Tiene un gran poder antioxidante. Un consumo habitual puede reducir la incidencia, gravedad y duración de los resfriados y estados gripales.

  • Echinacea: planta medicinal ideal para reforzar las defensas frente a agresiones externas, como catarros, infecciones respiratorias y dolores de garganta, y acelerar el proceso de recuperación de la gripe e impulsar el sistema inmune aumentando las defensas.

  • Própolis: sustancia resinos, rica en flavonoides y aceites esenciales que se obtiene de las abejas. Gran antibiótico natural con propiedades antivíricas, inmunoestimulantes. Actúa como antiséptico, sobretodo respiratorio y dérmico.

  • Jalea real: producto apícola con efectos antivirales, antibacterianos, inmunoestimulantes y energéticos. Muy recomendado para combatir la fatiga física y psíquica, mejorar el estado de ánimo y reforzar el sistema inmune en casos de procesos gripales y catarrales.

  • Ajo: planta con propiedades antimicrobianas (contra bacterias, hongos y virus)

  • Uña de gato: planta medicinal con propiedades inmunoestimulantes e inmunomoduladoras.

Afortunadamente existen remedios naturales que pueden ayudarnos a mantener nuestras defensas en un estado óptimo, preparadas para cuidar de forma natural nuestra salud.
La prevención es la mejor medicina, por lo tanto es primordial adoptar unos buenos hábitos de vida saludables y así evitar ciertas patologías invernales.


Artículo de Jèssica Pastor. Nutricionista

La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.

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