La ansiedad es algo que casi todo el mundo experimenta cuando se está preocupado por algo, o nos sentimos inseguros y temerosos. También es perfectamente natural sentirse ansioso acerca de algunas cosas en la vida; sin embargo, no es normal estar ansioso la mayor parte del tiempo.
Desde el punto de vista evolutivo, la ansiedad se relaciona con algo que se llama "lucha o huida". Esta es una reacción natural que experimentamos cuando nos sentimos bajo amenaza y que, desde hace muchos años, nos ha ayudado a sobrevivir.
Cuando nuestros antepasados se enfrentaban a una situación que amenazaba su vida, sus cuerpos liberaban las hormonas del estrés, incluyendo la adrenalina, y el cortisol. Esta reacción biológica, que también experimentamos hoy en día, les fue realmente útil.
¿Qué causa la ansiedad?
Algunos investigadores creen que tiene algo que ver con un desequilibrio de la serotonina y la noradrenalina (sustancias químicas del cerebro que ayudan a controlar el estado de ánimo), o que algunas áreas del cerebro, relacionadas con las emociones y el comportamiento, se vuelven hiperactivas.
También es más común entre los 35 y los 55 años de edad.
Tratamientos para la ansiedad
Si ha sido diagnosticado con Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), hay algunos tratamientos que su médico puede ofrecerle, incluyendo terapias de conversación y cursos de autoayuda. También puede prescribirle ejercicio como forma de tratar un problema de ansiedad.
Maneras de reducir la ansiedad
Coma lo más saludable posible: Una dieta con al menos cinco porciones de frutas y verduras cada día, puede ayudar a su salud en general. Evite los alimentos que aumentan la sensación de ansiedad (el azúcar y el exceso de cafeína).
Reduzca el consumo de estimulantes: Es una buena idea renunciar al tabaco y recortar su consumo de alcohol (si bebe más de la cantidad recomendada).
Manténgase activo: El ejercicio puede ayudar a aumentar la producción de sustancias químicas del "bienestar" en su cerebro, mejorando su estado de ánimo y el sentir general, así como reducir el estrés y la tensión. Trate de hacer al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada cada semana, como caminar, bicicleta, nadar, bailar, correr y deportes como el tenis y el fútbol.
Aprende a relajarse: Haga algo que le ayude a relajarse. Un baño relajante, leer un buen libro, participar en un hobby, o salir y visitar a alguien con quien se encuentre a gusto. También unos minutos de respiración profunda puede hacerle sentir mejor cuando está ansioso.
Compartir y buscar apoyo: Pasar tiempo con otras personas que están teniendo los mismos sentimientos y experiencias puede ayudar, especialmente si la ansiedad le hace sentir aislado. El profesional de la salud puede indicarle la manera de encontrar estos grupos de apoyo.
Nutrientes y plantas que ayudan
Bálsamo de limón: El té de melissa se utiliza comúnmente para ayudar a la relajación. Los estudios han demostrado que favorece la reducción de los niveles de ansiedad. El bálsamo de limón se puede combinar con la teanina, un aminoácido que se encuentra principalmente en el té y que relaja la mente sin causar somnolencia, ayudando a reducir el estrés.
Valeriana: Existe la convicción de que tomar este preparado herbal puede ayudar a mantener la calma cuando tenga que enfrentarse a situaciones estresantes. Se recomienda para problemas de sueño también, ya que las investigaciones sugieren que podría ayudar a dormir más rápidamente.
Rhodiola: Esta hierba se ha utilizado tradicionalmente en toda Europa, y es un remedio popular para el estrés. Puede ser útil para la ansiedad mediante la mejora de la agilidad mental, especialmente si se ha tenido problemas para dormir.
5-HTP: Este aminoácido se utiliza frecuentemente como apoyo natural para la depresión y el bajo estado de ánimo, con estudios que sugieren que puede ser muy eficaz. También puede ayudar si está teniendo dificultades para dormir adecuadamente. Los resultados plantean su efectividad. Antes de tomarlo, siempre consulte con su profesional de la salud si estuviera bajo tratamiento de algún fármaco.
Hierba de San Juan: Este conocido remedio ayuda si la ansiedad está causando depresión de leve a moderada. Sin embargo, puede interactuar con otros medicamentos; así que antes de tomarlo, consulte con su profesional de la salud si se está en tratamiento con cualquier tipo de fármaco.
Magnesio: Útil para la salud muscular y para la función nerviosa. Algunos expertos creen que los niveles de magnesio pueden agotarse si uno se siente estresado. Un estudio afirma que un suplemento de multivitaminerales, con magnesio, calcio y zinc, también reduciría el estrés y la ansiedad.
La vitamina B: Algunas de las vitaminas del complejo B son necesarias para una función nerviosa saludable. Por ejemplo, el cuerpo necesita vitamina B6 para la producción de los neurotransmisores. Estas sustancias químicas del cerebro incluyen serotonina y norepinefrina, las cuales son necesarias para regular el estado de ánimo.
El ginseng siberiano: (Eleutherococcus senticosus) se describe como un adaptógeno, una sustancia que ayuda al cuerpo a adaptarse a diferentes tipos de estrés. El ginseng siberiano ayudaría a controlar los efectos de la respuesta "lucha o huida" ligada a la ansiedad, ya que puede apoyar a las glándulas suprarrenales. También es útil como soporte general para el sistema inmunológico.
Aceites de pescado: Consuma suplementos de aceite de pescado, especialmente si no come pescado azul muy a menudo. El EPA y DHA, ácidos grasos Omega 3 que se encuentran en el aceite de pescado, contribuyen con la salud del cerebro, y hay resultados que indican su colaboración en el alivio de la ansiedad a corto plazo (por ejemplo, exámenes).
Información facilitada por Lamberts
La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.
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