TRANSICIONES ESTACIONALES
Según
la teoría de los cinco elementos, hay cinco estaciones, cuya naturaleza está
relacionada con dichos elementos. El verano tardío se correlaciona con el
elemento tierra.
Verano tardío |
Es
esa época especial entre finales de verano y principios del otoño de glorioso
calor. También es un periodo importante para la preparación de cara al año de
trabajo. La Naturaleza
es rica y está completa, las manzanas, el maíz y las cosechas abundan; para
nosotros es la vuelta al colegio o el trabajo y de hacer nuevos planes.
En
el sistema chino, el centro es la dirección asociada con el elemento tierra;
todos nos encontramos a su alrededor, y ella no rodea. En chino se le llama
también “doyo”, que significa transición, por eso se relaciona este elemento
con los tiempos del cambio de estación, que se producen cuatro veces al año ¬
no sólo en la transición verano-otoño¬ durante dos o tres semanas, en los dos
solsticios y los dos equinoccios.
El
verano tardío es una estación corta, pero puede ser tiempo de intensa
metamorfosis en la
Naturaleza y en nuestro interior.
Elemento tierra
Una cita de los antiguos textos chinos describe
algunas asociaciones del elemento tierra:
El centro crea
humedad; la humedad nutre la tierra; las fuerzas de la tierra crean humedad en
el cielo y suelo fértil sobre la tierra. Crean el estómago y la carne dentro
del cuerpo….. y la boca, y el color amarillo, y el sabor dulce…..la simpatía
como emoción y la capacidad de cantar.
Una poderosa atracción o repulsión a alguno de
estos elementos, como el color amarillo o un clima húmedo, puede ser indicativo
de la existencia de un desequilibrio en el elemento tierra.
Diagrama verano tardío. |
Cuando domina, por
ejemplo, la emoción de la simpatía o la compasión, ello también puede reflejar
un problema de tierra. Otro aspecto de este desequilibrio puede ser la
incapacidad de dar o recibir simpatía.
El elemento tierra nos da
el poder de manifestación. La materialización del dinero por el trabajo de la
mente o el cuerpo, la escritura de palabras que crean un libro, o el dibujo o
la fotografía de un artista para producir imágenes visuales, son ejemplos de
este proceso.
El elemento tierra nos
proporciona también la capacidad de formar pensamientos, ideas y opiniones. Un
desequilibrio de este elemento puede mostrarse mentalmente como una tendencia a
la obsesión, el acudir una y otra vez a determinadas ideas o problemas, lo que
en realidad puede convertirse en obstinación o tenacidad frente a la aceptación
de nuevas ideas, puntos de vista o cambios de la vida. Este tipo de pensamiento
puede tener un efecto adverso sobre los órganos digestivos, y producir
indigestión y eructos, también asociados con un desequilibrio del elemento
tierra.
Este elemento concede la
capacidad reproducir el sonido del canto, y quien al hablar tiene potentemente
esta cualidad, puede tener un desequilibrio de la energía tierra.
El olor asociado con este
elemento es el fragante.
Como este elemento se
relaciona con la ingestión nutritiva, parece apropiado que el órgano de los
sentidos sea la boca, el sentido asociado con la tierra es el gusto, y el
líquido corporal la saliva.
Podemos considerar a los
labios – el “indicador” de este elemento – para conocer la salud del elemento
tierra. Si hay hinchazones, grietas o peladuras, puede existir un desequilibrio
de este elemento.
También la garganta se
halla bajo la influencia del elemento tierra, al igual que la carne –todo lo
que está entre nuestra piel y los músculos, o lo que médicamente se denomina
tejido “blando” o subcutáneo--. Muchos textos chinos dicen que la tierra
gobierna los músculos también, por lo que problemas como dolores o rigideces
pueden ser indicativos de una función inapropiada de este elemento. Otras
correspondencias del elemento tierra son el mijo, el dátil y la malva, y en carnes
animales es la de vaca o buey. Es posible que estos elementos sean
particularmente nutritivos del elemento tierra, y que su exceso pueda producir
un desequilibrio.
El bazo y el estómago son
los órganos corporales relacionados con el elemento tierra. En la medicina
china, el bazo es un órgano central, tanto anatómica como fisiológicamente, y
los defectos en su energía pueden afectar a todo el cuerpo. El bazo distribuye
al cuerpo la energía obtenida de los alimentos. Los otros órganos dependen de
él para vivir. De acuerdo con el Nei Ching, “las cinco vísceras desean
el aliento de la vida que les da el bazo; él es el fundamento de la existencia
de las cinco vísceras”.
El bazo gobierna la
voluntad, la memoria y la capacidad de formarse opiniones; si funciona mal,
puede producirse una pérdida de la “fuerza de voluntad” y una tendencia a
sentirse “tonto”. Los problemas del bazo pueden ser causa de pérdida de memoria
y de preocupación.
El elemento tierra se
relaciona con los ciclos de la naturaleza y de nuestro interior. En las mujeres
gobierna sobre el ciclo menstrual: la regularidad, fluencia y cantidad de
sangre. El que estos tres factores sean buenos sugiere que el bazo está cercano
al equilibrio; y, a la inversa, si hay problemas en el ciclo, como irregularidad,
dolor, o sangre escasa o excesiva, ello se puede deber a que el bazo o el
elemento tierra sean débiles o fuertes.
La tierra nos da
fertilidad. Los problemas de esterilidad están relacionados a menudo con un
desequilibrio del elemento tierra.
La filosofía china
tradicional nos enseña que el estómago es el receptor de la nutrición, y toma
la energía de los alimentos para que la distribuya el bazo. El estómago
sensible está relacionado con las cosas “estomacales”; es decir, con la
capacidad de tolerar o digerir; esto se refiere a los alimentos, pero también a
otros aspectos de la vida, como los pensamientos o sentimientos. Si el estómago
trabaja inadecuadamente, posiblemente estaremos mal nutridos y nos sentiremos
débiles. El modo en que nos nutrimos y somos capaces de dar y recibir amos y
compasión es muy importante para la salud del elemento tierra: el estómago y el
bazo.
El bazo, el estómago y el
elemento tierra gobiernan el centro, que nutre las cuatro esquinas de la
tierra, las cuatro direcciones. El elemento tierra juega un papel importante
durante los tiempos de transición y los cambios estacionales. En esas épocas es
de suma importancia estar centrado (consultar articulo).
Fragmento del libro “LA
SALUD Y LAS ESTACIONES”
del autor Dr. ELSON
M. HAAS, editado en Español por la editorial EDAF
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