La coenzima Q10 es una sustancia parecida a una vitamina liposoluble, que existe en todas las células del cuerpo. Su función principal es actuar como un componente vital en la producción de energía celular. Su forma reducida, Ubiquinol, es el único antioxidante lipofílico sintetizado endógenamente.
Funciones de la coenzima Q10
La coenzima Q10 cubre dos funciones principales en el organismo:
- Producción de energía (en las mitocondrias)
- Antioxidantes (en las membranas celulares
Respecto a la producción de energía, la coenzima Q10, juega un papel esencial en el transporte de electrones en la fosforilación oxidativa y por lo tanto en al producción de ATP mitocondrial, la energía en cada una de nuestras células y por ende en todos los procesos de nuestra vida.
Hay que tener en cuenta que el 96% de toda la energía producida aeróbicamente se debe a la Q10.
La coenzima Q10 actúa como un catalizador que en realidad nunca se utiliza, pero una pequeña cantidad de Q10 se destruye siempre en este proceso altamente reactivo y agresivo.
Esta es la razón por la que debe haber una ingesta constante de Q10 a través de los alimentos.
Órganos como el corazón y los músculos, que utilizan una gran cantidad de energía, dependen de un suministro suficiente de Q10, produciendo menos energía y fuerza si hay una carencia de este nutriente.
En cuanto a los antioxidantes, la coenzima Q10 es el antioxidante soluble en grasa más importante en el cuerpo, junto con la vitamina E. Ambos están estructuralmente relacionados entre sí y son parte de las membranas celulares a las que protegen del daño provocado por los radicales libres. La Q10 no debe ser comparada con la multitud de antioxidantes solubles en agua, que se mueven libremente en la sangre sin un efecto específico.
Junto con la vitamina E, la Q10 tiene la tarea de proteger las sensible membranas celulares, lo que le otorga una posición única entre todos los antioxidantes.
Biodisponibilidad de las dos formas de Q10: Ubiquinona y Ubiquinol (QH)
La Q10 es un antioxidante soluble en grasa que, antes de ser absorbido en el cuerpo debe emulsionarse en el medio acuoso de nuestro intestino. Su biodisponibilidad depende de la formulación y de la ingesta. Grasas, aceites y agentes emulsionantes tales como la lecitina aumentan su biodisponibilidad.
Los estudios han demostrado que la forma reducida de Q10 (Ubiquinol) es de 3-10 veces más biodisponible que la Ubiquinona.
Actualmente hay múltiples estudios en curso, incluso con atletas alemanes de alta competición, para confirmar si los atletas en particular pueden beneficiarse de tan altos niveles en plasma de Q10.
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