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jueves, 4 de febrero de 2016

Cosmética natural y ecológica.


Cada vez hay más personas que se decantan por la cosmética natural debido a numerosos problemas de piel y reacciones alérgicas a algunas sustancias químicas, lo cual nos obliga a buscar opciones lo más saludables posible.

Los productos de cosmética natural respetan la ecología de las materias primas, promueven el consumo responsable y mantienen un compromiso con el medio ambiente.

Ahora bien, es necesario aclarar que nos es lo mismo un producto natural que uno bio, aunque los dos tienen en común el uso de ingredientes naturales en sus formulaciones. Un producto se considera cosmética natural si como mínimo el 95% de los ingredientes son naturales y al menos un 5% proviene de agricultura ecológica (Sólo puede contener un 5% de ingredientes de síntesis). Por otro lado, un producto de cosmética bio debe contener el 95% de ingredientes de origen natural a base de plantas de agricultura bio, resultando un mínimo del 10% de los ingredientes totales. Asímismo hay que destacar la prohibición del uso de organismos genéticamente modificados, parabenes, siliconas, etc.

La mayor parte de la población desconoce por completo los peligros de la cosmética industrial, que es una de las principales fuentes de exposición de sustancias químicas tóxicas para el organismo. Además utilizan principios activos que a primera vista pueden resultar más eficaces, pero que en realidad asfixian la piel y le generan "dependencia", provocando que al dejar de usar el producto el problema estético que queríamos resolver (Sequedad, caspa, granitos) se haya agravado más aún. Por el contrario, los principios activos naturales "trabajan" con el organismo, estimulando su salud y belleza natural.

Es posible que un producto de cosmética natural nos ofrezca resultados casi inmediatos para nuestra piel, pero si comprobamos cuál es su composición merece la pena replantearse las ventajas e inconvenientes que puede tener éste parche momentáneo. Por otro lado, muchos de estos productos contiene parafinas, que es un hidrocarburo derivado del petróleo sumamente perjudicial para la piel, además de siliconas y fragancias sintéticas.
Cuando hablamos de cosméticos no nos referimos única y exclusivamente a maquillaje sino también a todo tipo de productos de higiene tales como champús, dentífricos, acondicionadores, cremas, etc., cuya publicidad nos incita a su consumo y no solemos pararnos a mirar las etiquetas para ver los ingredientes nocivos que contienen.


  • Champús/ Geles de ducha:  Los champús o geles de ducha de cosmética natural son menos espumosos que los de comercialización industrial porque no contienen tensioactivos sintéticos responsables de la producción de espuma; en su lugar utilizan una mezcla de tensioactivos suaves de origen vegetal como el cocoil glutamato o el glucósido de coco. El hecho de que produzcan menos espuma no implica la pérdida de su eficacia.
    Estos productos son más caros que los de origen industrial pero son mucho más saludables y no irritan la piel ni el cuero cabelludo.

  • Desodorantes: Los desodorantes industriales nos prometen antitranspiración, pero normalmente suele ser una artimaña publicitaria puesto que contienen aluminios que bloquean la transpiración y por otra parte son susceptibles de acumularse en el cuerpo. Actualmente hay varias opciones de desodorantes naturales que no contienen ni aluminios ni parabenes.
  • Dentro de los maquillajes podemos destacar:
  1. Las bases de maquillaje y los coloretes son los recomendados para pieles sensibles y tienen la ventaja de utilizar la tierra como mineral y proteger la piel del sol.

  2. Las sombras de ojos suelen estar compuestas por minerales y aceites como la jojoba y el coco, que actúa como conservante.

  3. El rímel y los delineadores están compuestos por aceites esenciales y extractos de plantas.

  4. Los desmaquillantes naturales suelen contener aceites como el de coco, jojoba y almendra.

  • Tintes para el cabello: Los tintes convencionales y los decolorantes que contienen son un castigo para el cabello, ya que suelen ser tratamientos muy fuertes y tóxicos, que además se utilizan repetidamente. Contienen sustancias como los derivados del amoniaco o parafenilenediamina, que provoca reacciones alérgicas. Una alternativa son los tintes vegetales ecológicos y la henna, que se obtiene a partir de un arbusto.


Se debe tener en cuenta que no existe legislación que regule la cosmética natural, por eso se debe escoger la que está certificada con sellos como por ejemplo Ecocert.

Todos los productos de cosmética natural tiene que cumplir los siguientes requisitos: 
  • Las materias primas deben proceder de plantas y siempre que sea posible, de cultivo ecológico certificado.
  • Los productos no pueden estar testados en animales.
  • Sólo se admiten tensioactivos vegetales, tales como grasas, lecitinas, etc.


Sheyla M. Burón Castroagudin

Agradecimientos: Nutrinat


La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.

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