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jueves, 7 de junio de 2018

Correr sin lesionarse


El running cada día cuenta con más adeptos, pues es una manera fácil y económica de practicar deporte y mantenerse en forma.
Como práctica aeróbica que es, el running mejora el sistema inmunitario, disminuye la coagulación sanguínea, eleva los niveles de colesterol bueno y mejora la capacidad cardiorrespiratoria. De hecho, muchos médicos recomiendan el running a personas con diabetes en estadios tempranos, hipertensos o con riesgo de padecer un ataque al corazón.
Además de disminuir notablemente el riesgo de padecer un ataque cardíaco, es uno de los mejores deportes para perder peso.

Al correr, el cuerpo libera y consume un exceso de energía y hormonas. Las hormonas que segrega el cerebro durante la carrera combaten la depresión. Por ello, es muy beneficioso tanto para el cuerpo como para la mente porque proporciona más energía y mejor predisposición para los retos de la vida, así como una potente mejora de la autoestima.



LESIONES HABITUALES
El running puede tener consecuencias negativas para la salud, porque pueden darse lecciones de manera frecuente cuando se inicia sin los debidos conocimientos y precauciones.

Hacer un calentamiento, entrenar de forma progresiva y llevar un buen calzado, evita lesiones.



CONSEJOS PARA EVITARLAS
Para prevenir lesiones es importante entrenar progresando poco a poco, así como estirar y fortalecer la musculatura. Asimismo, utilizar un calzado adecuado. A partir de aquí, conviene tener en cuenta estas consideraciones.

Hacer un buen calentamiento
Es importante empezar el entrenamiento con un calentamiento muscular para evitar lesiones de este tipo y ligamentoso. Un calentamiento de cinco a diez minutos ayuda, además a eliminar el ácido úrico y previene dolores musculares.

Realizar estiramientos para mejorar y mantener la flexibilidad
El estiramiento es esencial para mantener la flexibilidad que ayudará a prevenir lesiones en ligamentos y tendones y mejorar así el rendimiento deportivo. El estiramiento requiere su tiempo y debería incluir todas las articulaciones y extremidades. Cada estiramiento debe mantenerse durante 30 segundos.

Evitar correr en terrenos duros como el asfalto
Los terrenos blandos como la tierra o la hierba amortiguan y protegen las articulaciones.

Principio de progresión
No exigir desde un principio distancias y ritmos que no se puedan soportar. El nivel de entrenamiento se ha de ir progresando poco a poco.

Variar el entrenamiento
Combinar actividades cardiovasculares con la carrera para evitar el impacto continuado y la aparición de lesiones.

Comenzar caminando deprisa y alternar la marcha rápida con trote
Lo que se conoce como jogging

Si el corredor tiene más de 40 años,
sobrepeso, una enfermedad crónica o no ha hecho ejercicio durante un largo período, debe someterse a un chequeo cardiovascular antes de empezar a correr.
Los protocolos de screening permiten identificar a las personas con riesgo cardiovascular durante la actividad física.

Realizar un estudio de la pisada
Para analizar la biomecánica de los pies y corregirla si fuera necesario mediante unos soportes correctores o plantillas.

Utilizar el tipo correcto de zapatillas deportivas
Las zapatillas han de adaptarse a cada tipo de pie y estilo de carrera.


Información cortesía de Solgar España


La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.


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