Las vitaminas son sustancias que el cuerpo necesita obtener de los alimentos para mantener de los alimentos para mantener la salud. Desde que en 1913 se descubrió la vitamina A, numerosos compuestos han aspirado a engrosar la lista oficial de sustancias afines, que actualmente está formada por 13 compuestos: las vitaminas A, C, D, E y K, más las ocho que componen el grupo B.
Sin embargo, se han descubierto algunas moléculas que son igualmente importantes para la salud y que no se consideran vitaminas. Las otras razones de esta exclusión del "Olimpo" de los nutrientes son que el propio organismo las puede producir a partir de otros nutrientes, o bien que no se ha comprobado que su ausencia de la dieta provoque alguna enfermedad. Sin embargo, no siempre es fácil determinar científicamente si basta con la dosis que produce el cuerpo o hace falta un aporte extra a través de los alimentos, o hasta qué punto un compuesto determinado es imprescindible para la salud. Por ejemplo, se considera que los compuestos vegetales denominados flavonoides no son imprescindibles, pero todos los nutricionistas aconsejan consumirlos para prevenir trastornos circulatorios, enfermedades degenerativas, etc.
Es posible que en el futuro algunos de estos compuestos sean considerados tan imprescindibles como las vitaminas actuales. Expertos en nutrición como el profesor Werner Kollath lo predijeron hace 70 años: "Para mantener nuestra salud se precisan más sustancias vegetales que las establecidas".
Algunas de estas sustancias se han definido a menudo con términos despectivos como "vitaminoides" o "falsas vitaminas". Sin embargo, pueden ser igualmente cruciales para la salud y ahora reciben nombres más amables, como fotoquímicos, coenzimas o antioxidantes.
Las definiciones teóricas son interesantes, pero lo que importa saber en este caso es que, más allá del exclusivo club de las 13 vitaminas, existen otros compuestos que conviene obtener a través de los alimentos. La lista puede hacerse más o menos larga, pero los que más a menudo se citan como "casi vitaminas" son: la coenzima Q-10, la "vitamina P", la colina, el inositol, el ácido paraaminobenzoico.
¿El inositol no es una vitamina del grupo B?
En cierta manera sí, porque es una forma de niacina o vitamina B3. Se considera que ayuda a regular el exceso de colesterol y a conservar la memoria. Sin embargo, es popular debido a su efecto "quemagrasas". Se recomiendan los suplementos en caso de arteriosclerosis, hipertensión, hígado graso y estrés.
El PABA es similar a las vitaminas B, pero se considera que las bacterias intestinales lo sintetizan en cantidad suficiente. Es beneficioso para la piel, el cabello y la mucosa digestiva. Se encuentran en alimentos ricos en ácido fólico, cereales integrales, espinacas, setas y yogures.
¿Qué es la colina y qué efectos tiene?
Como el inositol, es una forma de vitamina B, y se considera nutriente esencial. Es imprescindible para la salud de las neuronas y la síntesis de neurotransmisores. Los suplementos se emplean en el alzheimer y otras demencias.
¿Cuál es la llamada "vitamina F"?
En 1923 se denominaron así a los recién descubiertos ácidos grasos insaturados. Se consideran nutrientes esenciales, el ácido linoleico y Omega 6, presente en granos, semillas, frutos secos, y el alfalinolénico u Omega 3, que se encuentra en el aceite y las semillas de lino y nueces.
¿Existe realmente una "vitamina P"?
Además de la vitamina C en el pimiento rojo, Albert Sezent-Györyi descubrió en los cítricos una sustancia, la citrina, que actuaba sobre la permeabilidad de los vasos sanguíneos. Se denominó vitamina P - de "permeabilidad" - hasta 1950, en que abandonó la categoría de las vitaminas. Hoy se llama así a los flavonoides.
¿Qué son los flavonoides?
Reciben este nombre miles de compuestos presentes en los vegetales, de propiedades antioxidantes, antialérgicas y antiinflamatorias. Aún no se consideran nutrientes esenciales, aunque son una de las razones por las que se recomienda consumir frutas y hortalizas en abundancia.
¿Qué alimentos poseen flavonoides?
Todos los vegetales, pero destacan las frutas cítricas, las bayas, el té verde, las cebollas, las uvas negras, el cacao o las calabazas. Los flavonoides potencian sus efectos entre sí y aumentan la eficiencia de las vitaminas, por lo que se recomienda consumir variedad de frutas y hortalizas, ricas en distintos compuestos.
¿Por qué se receta la coenzima Q-10?
El cuerpo produce coenzima Q-10, necesaria para que las células obtengan energía de los nutrientes y evitar su degeneración, pero a partir de los 20 años esta capacidad se reduce. Algunos autores recomiendan un suplemento diario de unos 30 mg.
Información cedida por "Solgar".
La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.
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