El tejido conectivo comprende alrededor del 80% de la masa celular total y su función principal es actuar como sistema de sostén, participando en la unión o separación de los diferentes elementos tisulares que forman órganos y sistemas, además actúa como un sistema de abastecimiento y de desecho de las células.
La composición del tejido conectivo es básicamente "sustancia fundamental" que contiene proteínas y glucosaminoglucanos (GAGs) asociados a proteoglicanos. Esta sustancia fundamental se ve reducida con el paso del tiempo, dando lugar a un tejido conectivo menos flexible, complicando la oxigenación celular y favoreciendo el envejecimiento de tejido y órganos. Por otro lado, el ejercicio físico intenso también somete a un sobreesfuerzo al tejido conectivo, dando lugar a la aparición de lesiones y fracturas, si no existe una reposición adecuada.
Actualmente la ingesta de colágeno a partir de la alimentación es deficiente y su biodisponibilidad es muy baja dado que el ser humano solo puede aprovechar menos del 1% de lo ingerido durante el proceso de digestión.
El hidrolizado de Colágeno Tipo II ha demostrado ser la opción más ventajosa como suplemento, dado que atraviesa la barrera intestinal con mayor facilidad optimizando su biodisponibilidad. Además, es posible mejorar la eficacia del colágeno si se suplementa en sinergia con otros micronutrientes esenciales para la formación y calidad del tejido conectivo.
El colágeno es una molécula compleja de gran tamaño formada por 3 fibras de polipéptidos. Las diversas conformaciones de estas 3 cadenas son las que diferencian los tipos de colágeno que existen: I, II, III, etc.
En el caso del colágeno hidrolizado las fibras de colágeno se disocian. Los péptidos son moléculas de pequeño tamaño que tienen una buena absorción y son un aporte de aminoácidos necesarios para activar la síntesis endógena de colágeno. Sus beneficios a nivel óseo han sido demostrados mediante el uso de péptidos de pescado (Colágeno Tipo I) que activan los osteoblastos, es decir, la osteogénesis. Además se han observado efectos en otros tejidos conectivos como es la piel.
Colágeno Tipo II, Vitamina C, Glicina, Lisina y Ácido Hialurónico
Un estudio de 2009 mostró que una ingesta diaria de colágeno hidrolizado durante al menos 6 meses redujo los síntomas de la osteoartritis, la reducción del dolor y la incomodidad, y la mejora de la flexibilidad en comparación con el placebo.
Por otro lado, dicha suplementación durante 12 semanas ha demostrado una mejora en la elasticidad e hidratación de la piel.
La vitamina C, la glicina y la lisina no solo son fundamentales en la calidad y producción del tejido conectivo, sino que se asocian en perfecta sintonía para mejorar la calidad del endotelio vascular, ayudando a prevenir las placas de ateromas y reduciendo el riesgo cardiovascular.
El ácido hialurónico, forma parte del tejido conectivo, tendones y ligamentos, actuando como lubricante, amortiguador y un vehículo de nutrientes para las articulaciones.
Glucosamina sulfato, condroitina sulfato y MSM
Mientras que la glucosamina sulfato forma parte del cartílago especialmente, ayudando a su regeneración y protección, la condroitina sulfato, glicosaminoglicano, que constituye los proteoglicanos, le aporta la elasticidad al cartílago y aumenta su capacidad de retener el agua mejorando la capacidad "de cojín" que tiene el cartílago articular. El MSM es un componente orgánico sulfurado que también forma parte del tejido conectivo y ayuda a aliviar el dolor, la inflamación y evitar el proceso de degeneración articular.
Cúrcuma y oligoelementos magnesio, zinc y manganeso
Diferentes estudios a nivel internacional han mostrado el papel antiinflamatorio, antioxidante y antidegenerativo de los curcuminoides, resultando de gran interés en la rigidez y dolor articular.
El zinc es imprescindible para la síntesis de colágeno, otorgando a la piel su elasticidad característica. El manganeso interviene en la producción de mucopolisacáridos como el sulfato de condroitina o el ácido hialurónico, ya considerados, y el magnesio fortalece los huesos, además de mejorar la inflamación y el dolor articular.
La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.
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