Basándose en comprobaciones científicas extraídas de más de cincuenta estudios independientes, el Organismo Estadounidense para el Control y Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) ha decidido permitir a los productores de alimentos que contengan un mínimo de 6,25g de proteína de soja por ración, inscribir en el envoltorio del comestible o la bebida en cuestión la indicación: "25 g de proteína de soja al día, incluidas en una dieta baja en grasas saturadas y colesterol, pueden reducir el riesgo de sufrir transtornos cardíacos"
Las autoridades reguladoras estadounidenses examinaron un número suficiente de estudios para convencerse de que, en personas con un alto índice de colesterol, al reemplazar todas o una parte de las proteínas animales de su dieta por proteínas de soja, tanto el índice total de colesterol como el de colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad, más conocido como "colesterol malo") se reducen considerablemente
Teorías acerca de sus beneficios
Aunque todavía no se sabe con certeza cual es el mecanismo por el que la proteína de soja produce tales efectos, los investigadores han formulado varias hipótesis. Podría deberse al hecho de que favorece la secreción de ácidos biliares, lo que produce la reducción del nivel de colesterol en la sangre.
Otra teoría defiende que la proteína de soja estimula el hígado y éste reacciona reduciendo el nivel de colesterol LDL en la sangre, o bien que las isoflavonas de esta leguminosa actúan como antioxidantes, o favoreciendo la vasodilatación y reduciendo de este modo los daños producidos por este tipo de colesterol y los depósitos que deja en las paredes arteriales.
Sea cual sea la explicación correcta, en lo que respecta a las isoflavonas, la acción protectora que potencialmente ejercen no se limita al corazón. Se considera que tanto las isoflavonas, calificadas por algunos expertos de arma secreta de la soja, como los lignanos de esta planta están estructuralmente emparentados con lo estrógenos (hormonas humanas)
Isoflavonas, genisteína y estrógeno humano
Lo más sorprendente de los estrógenos vegetales que aparecen en la soja es que la similitud de su forma y su estructura con los estrógenos humanos significa que pueden acoplarse a los receptores beta del estrógeno, pero, al ser más endebles que el estrógeno humano, son susceptibles de reducir el riesgo de que se inicie el proceso de división celular.
La genisteína también ejerce una gran influencia en el crecimiento y el control celular, puesto que ayuda a inhibir tanto la acción de las enzimas necesarias para la división celular, como la vascularización, controlando así la reproducción de las células cancerígenas.
Las propiedades beneficiosas de la soja no acaban ahí. Parece se que, en las mujeres premenopáusicas, los estrógenos vegetales de esta planta atenúan los efectos del estrógeno humano. A las mujeres posmenopáusicas, cualquier efecto del estrógeno vegetal, por leve que sea, les ayudará a reducir los efectos de la menopausia, ya sea a corto o largo plazo
Varios estudios han revelado que, administrando 40g adicionales de proteína de soja al día, se incrementa el aporte mineral a ciertas vértebras de la columna, además de reducirse la intensidad de síntomas menopáusicos, tales como los sofocos.
En países como Japón, donde el promedio de estrógenos vegetales ingeridos oscila entre los 20 y los 50mg diarios, el riesgo de padecer cáncer de mama es entre cinco y ocho veces menos que en Europa occidental, donde la media es de 1mg diario.
Parece ser que incrementando la ingesta diaria de soja, no sólo se puede reducir el riesgo de padecer trastornos cardiacos, sino que además se podría contribuir a fortalecer la salud de mujeres premenopáusicas y posmenopáusicas. Sin duda alguna, cada vez se encontrarán en más productos a base de soja en los que se resalten las propiedades beneficiosas en este componente.
Información cortesía de Solgar España.
La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.
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