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jueves, 22 de mayo de 2014

La importancia del magnesio

El magnesio es un mineral básico para el organismo;aproximadamente 300 enzimas perderían su eficacia sin él. El magnesio protege el corazón y los vasos sanguíneos, evita la trombosis, estabiliza las paredes celulares e inhibe procesos excitativos patológicos. Una serie de análisis han demostrado deficiencia de magnesio en un elevado porcentaje de pacientes que han sufrido un infarto. Grupos de investigación han constatado, con independencia entre sí, que en el miocardio de personas fallecidas por un fallo cardíaco repentino había habido una deficiencia aguda de magnesio. Por eso también resulta adecuado para ayudar a prevenir el infarto cardíaco.

La falta de magnesio también se manifiesta con espasmos musculares (hormigueo, cosquilleo,
adormecimiento, calambres en las pantorrillas, tensiones o dolores en la región occipital), con espasmos viscerales, espasmos de tipo nervioso así como espasmos cardíacos y de los vasos sanguíneos tales como angina de pecho, dolores cardíacos, taquicardia, opresión cardíaca o alteraciones del ritmo cardíaco.

Como antagonista de calcio, el magnesio inhibe todos los procesos excitativos. Al atenuar la excitabilidad nerviosa y muscular, el magnesio resulta eficaz para combatir dolores de cabeza de tipo espasmódico, espasmos de los vasos sanguíneos y espasmos de los órganos internos. Gracias a su capacidad para reducir la excitación también es conocido como el "mineral anti estrés". Las personas que padecen agotamiento nervioso y alteraciones funcionales del corazón, el sistema circulatorio y y el sistema nervioso vegetativo, así como niños que presentan nerviosismo, tics (muecas, contracción de los miembros), ligera irritabilidad, falta de autocontrol y dificultades para concentrarse también se ven beneficiados por la ingesta de magnesio.

El magnesio es indispensable para el buen funcionamiento del organismo. Es necesario para:

  • el metabolismo de los hidratos de carbono
  • el metabolismo de las proteínas
  • la obtención de energía
  • la formación de proteína corporal
  • la mejora del rendimiento del miocardio
  • la transmisión de los impulsos nerviosos
  • la dilatación de los vasos sanguíneos
  • la musculatura
  • la coagulación de la sangre
  • la atenuación de procesos excitativos (músculos, nervios)
  • la activación de enzimas
  • la formación de huesos y dientes


Se estima que en los países industrializados aproximadamente el 20% de la población sufre falta de magnesio de vez en cuando. Las causas del aporte insuficiente de esta sustancia son, entre otras:
  • Pérdidas debidas al procesamiento de los alimentos
  • Aumento del consumo de alimentos pobres en magnesio (Productos a base de harinas refinadas)
  • Consumo de agua "blanda" pobre en magnesio
  • Una alimentación rica en grasas y proteínas
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Uso elevado de laxantes
  • Pérdidas de minerales debidas a diarreas
  • Diabetes
  • Enfermedades renales
  • Carencias como resultado de anorexia y bulimia
  • Absorción insuficiente de magnesio ligada a ciertas enfermedades (Enfermedad de Crohn, Colitis ulcerosa o Celiaquía)

Los jóvenes y los adultos necesitan entre 350 y 400 mg de magnesio al día. Las personas que padecen estrés, los deportistas, las mujeres embarazadas y las que están amamantando necesitan una cantidad algo mayor.

El magnesio, componente de la clorofila, se encuentra en todas las plantas verdes. Los cereales, las nueces, el amaranto, los granos de soja, el cacao en polvo, los productos integrales, las legumbres, las espinacas, el germen de trigo y ciertas aguas minerales tienen un contenido en magnesio considerable.


                                Consejos para un óptimo aporte de magnesio
  • Preparar los alimentos de forma no agresiva: Evitar dejarlos largo tiempo en remojo, emplear poca agua al cocer. El agua de cocción se puede emplear para preparar sopas.
  • Dar preferencia a la alimentación integral o vegetariana.
  • Limitar el consumo de proteínas y grasas.
  • Reducir el consumo diario de alcohol.
  • Evitar las dietas de adelgazamiento radicales.


  • No utilizar laxantes fuertes.
  • Evitar el estrés perjudicial para la salud, sobre todo el estrés por ruido.
  • Curar bien las enfermedades de los riñones, del estómago y los intestinos.
  • Eventual ingesta de preparados de magnesio de buena absorción. (Especialmente cuando se practican actividades deportivas que provocan sudoración)
 
(Publicado en "Reform Rundschau" por Heinz Scholz)

En caso de duda, siempre es recomendable consultar a su terapeuta, médico o profesional de la salud.

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