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jueves, 10 de agosto de 2017

Reduce la celulitis con la ayuda de la fitoterapia


Con la llegada del buen tiempo y el verano es momento de declararle la guerra a la celulitis, esos depósitos de grasa que se acumulan debajo de la piel y que originan la típica "piel de naranja" en muslos, caderas y glúteos. Existen determinadas plantas medicinales que nos ayudan a combatirla.

La celulitis es para muchas mujeres una auténtica maldición. Parece prácticamente imposible erradicar esa grasa que, junto con agua y toxinas, se acumula en el tejido adiposo.
Sin embargo, adoptar una serie de hábitos alimenticios, la práctica de ejercicio y las plantas medicinales pueden ayudar a reducirla.

Esta alteración del tejido subcutáneo, afecta especialmente a mujeres (85-98%) y se va agravando con la edad.
Es un trastorno que no siempre está relacionado con el sobrepeso, también ser observa en personas delgadas.

La celulitis tiene un elevado componente hereditario, el factor genético es determinante en su aparición.

También hay otros factores que favorecen su aparición, como los hormonales. El embarazo, la menopausia o la toma de anticonceptivos son situaciones en las que las hormonas sufren algún desorden.
La vida sedentaria, una mala alimentación, el consumo de tabaco o alcohol, el estrés, el exceso de peso y las malas posturas forman parte también de la lista de causas que agravan la situación.

Plantas que ayudan a mejorar la circulación venosa y a aliviar la pesadez de piernas

Rusco (Ruscus aculeatus L)
Contiene abundantes saponinas de acción vasoconstrictora y antiinflamatoria. Mejora la circulación venosa y fortalece la pared de los capilares, disminuyendo la salida de líquidos hacia los tejidos.

Castaño de Indias (Aesculus hippocastanum L.)
Su contenido en saponinas, cumarinas y taninos le confieren una acción tónica venosa, antiinflamatoria y antiedematosa.

Uvas negras (Vitis vinifera L.)
La piel y las semillas son ricas en procianidinas que actúan activando la lipólisis, con carácter antiinflamatorio y potente antioxidante.


Plantas que ayudan a eliminar la retención de líquidos y edemas provocados por la celulitis

Abedul (Betula alba L)
Contiene principalmente flavonoides con efecto diurético, favoreciendo la eliminación de toxinas.

Cola de caballo (Equisetum arvense L.)
Es una planta que por su contenido en flavonoides y sales minerales presenta propiedades diuréticas y depurativas. Además, por su riqueza en silicio, estimula la regeneración de las fibras de colágeno, favoreciendo la elasticidad de la piel.

Diente de león (Taraxacum gr. officinale)
Gracias a sus propiedades para favorecer la digestión, diuréticas y depurativas ayuda a la eliminación de residuos. Beneficiosa para el hígado y la vesícula biliar.


Consejos anti-celulitis

Evita la retención de líquidos
Bebe agua (1,5 a 2 litros al día). Evita el café, el alcohol , el tabaco y las bebidas con gas. No uses ropa ajustada. Evita cruzar las piernas.

Alimentación equilibrada
Sigue una dieta rica en fibra. Reduce la sal. Controla la ingesta de azúcar. Evita alimentos ricos en grasa. Toma alimentos frescos de temporada.

Activa la circulación
Acaba la ducha con chorros de agua fría en dirección ascendente (tobillo -  ingle). Prescinde del ascensor, sube escaleras. Masajes con un guante de crin. Hidrata la piel.

Evita el sedentarismo
Haz ejercicio de bajo/medio impacto durante al menos 45 minutos al día (andar, nadar,...) Evita estar muchas horas sentada o de pie.


Información facilitada por Soria Natural.

La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.

jueves, 9 de marzo de 2017

Pies sanos y bonitos

Soportan nuestro cuerpo y nos mantienen en equilibrio, sin embargo, los pies son la parte del cuerpo que más descuidamos. Embutidos en medias y calcetines de tejidos sintéticos, en zapatos estrechos y en altos tacones.
Con la llegada del buen tiempo, los pies salen a la luz y también del olvido al que son condenados durante todo el invierno.


El pie está diseñado para andar descalzo. El ser humano ha andado así durante millones de años, y aún andan así, sin problemas, muchas personas en todo el planeta.
Los niños demuestran instintivamente su desacuerdo con el calzado quitándoselo a menudo. No deberían calzarse mientras no andaran.

El calzado forma parte de las exigencias de nuestra cultura, y un buen y brillante zapato representa para muchas personas el detalle de pertenecer a un estatus social elevado.

Sin embargo, el pie con el zapato es el soporte móvil de una estructura delicada y dinámica que conviene mimar racionalmente de acuerdo con su importante función, y no como ocurre muy frecuentemente, según los dictados de unas modas caprichosas alejadas de fundamentos científicos.

El zapato ha de ser cómodo desde el primer momento. Es un grave error pensar que ya se acomodará. Ha de respetar la posición natural de los dedos del pie y los movimientos naturales de todo el conjunto plantar.

La suela  ha de ser flexible y garantizar una base segura de apoyo de todo el pie. La piel también flexible y transpirable, y el tacón de menos de dos centímetros. En fin, ¡como si fuéramos andando descalzos! 
El calzado inadecuado es una causa frecuente de mucho dolores y problemas graves.


La combinación de tacón alto y calzado puntiagudo es una agresión a los pies y a las extremidades inferiores, que puede provocar numerosas patologías, desde trastornos circulatorios, fatiga y dolor de cabeza hasta lesiones de espalda y lesiones en la columna vertebral, pasando por metatarsalgias, callosidades, juanetes, deformidades en los dedos, inflamaciones del tendón de Aquiles, pies planos y piernas hinchadas.

Hay dos grupos de personas que son de alto riesgo si les aparece alguna lesión de este tipo: los diabéticos con problemas circulatorios y las personas con arteriosclerosis de las extremidades inferiores y problemas de riego sanguíneo, varices, y en general mal retorno venoso, el cual contribuirá a agravar cualquier dolencia de los pies.

El flujo sanguíneo de los pies de los diabéticos se suele alterar debido a su enfermedad, por lo que necesitan una atención adicional, y siempre que aparezcan llagas o heridas, se debe seguir los consejos de un especialista, además de tener muy bien regulados los niveles de glucosa en la sangre.

El cuidado  de los pies ya no es solo una cuestión de estética y belleza, ya que el estado general de los mismos puede afectar seriamente a nuestra salud. No en vano, los pies soportan todo el peso del cuerpo, y son un factor esencial del equilibrio.

Con ejercicio, baños adecuados a base de plantas medicinales, es posible combatir la aparición de callosidades, durezas y deformidades de los pies, la mayoría de las veces debido a la utilización de calzado inapropiado. Y con cuidados de belleza lograremos tener unos pies bonitos y saludables.

Ejercicios para el cuidado y la belleza de los pies

Realizando con asiduidad algunos de los siguientes ejercicios podemos llegar a mantener saludables, bonitos y confortables nuestros pies:
  • Tumbados en el suelo y moviendo solo los pies, intentamos que los dedos lleguen a tocar el suelo, se cuenta hasta diez y se vuelve a la posición inicial. A continuación hacemos el giro al contrario, como si quisiéramos tocar con los dedos la pierna y los mismo se cuenta hasta diez y se descansa. Este ejercicio es muy bueno para la circulación de los pies, y también surte efecto como prolongación en las piernas.
  • Flexionar y girar los tobillos, y también girar y flexionar cada uno de los dedos del pie con las manos.
  • De pie, con los pies juntos, levantarse despacito hasta quedar apoyado en las puntas de los dedos. Luego bajar poco a poco hasta que los dos talones se queden en el suelo.
  • Recoger canicas con los dedos de los pies.

Tratamientos naturales para durezas y callos en los pies


Uno de los problemas más comunes de nuestros pies suelen ser las durezas y callosidades producidas por el calzado inadecuado; con sencillos tratamientos naturales podemos aliviar callos y durezas o incluso hacer que desaparezcan.

Una cataplasma de ajo: se calienta el ajo y se aplica directamente sobre la callosidad cuando aún esté caliente. Debe fijarse con un suave vendaje.

Dos cucharadas de yogur natural mezclado con una cucharada de sidra natural, con esta pasta se cubren las durezas de los pies, también sirve para las callosidades, se deja actuar durante diez minutos. Y a continuación se realiza un baño con las recetas de plantas más adelante descritas.

Cómo evitar el olor de los pies

Para eliminar el olor de pies, se debe incluir silicio en nuestra dieta, presente en el ajo, el perejil, la lechuga, la cebolla, el apio y el puerro, entre otros.

Asimismo, es conveniente usar calcetines hechos con fibras naturales, y airear los pies caminando descalzo cuando sea posible y con la precaución de no enfriarse.

Por ejemplo podemos andar descalzos por la orilla de la playa o en la hierba del campo cuando el tiempo sea caluroso, o incluso en casa sobre suelos de madera.


Pies hinchados, dolor de pies y pies fríos, en baños de plantas medicinales

Los tradicionales baños de pies, consistentes en introducirlos en agua unos quince minutos, siguen siendo uno de los mejores tratamientos y remedios naturales para los pies doloridos, hinchados, fríos y cansados.

Hay planta medicinales como el diente de león y la camomila o manzanilla, que tienen propiedades estimulantes y que pueden utilizarse para los baños o pediluvio. Para ello, una infusión de cuatro a cinco cucharadas de estas hierbas medicinales por cada litro de agua y añadirlo a un barreño o palangana con agua templada, nos servirá para un reconfortante baño de pies.

También  la siguiente receta con espliego o lavanda para los pies fríos: con 100 gramos de lavanda o espliego, 3 litros de agua y un puñado de sal. Se coloca el espliego en el interior de una bolsa de tela y se introduce en el agua fría, dejando que hierva durante cinco minutos. Tras cinco minutos más de reposo, se añade la sal, removiendo hasta que se disuelva. Se sumergen los pies en agua fría durante un par de minutos, y luego en el baño de espliego durante diez minutos más.

Y después de los baños es recomendable nutrir e hidratar la piel de los pies.


Cuidados diarios

Para que los pies se mantengan sanos y suaves durante todo el año, hay que incorporar a la rutina diaria de cuidados una atención exclusiva a los pies, que no requiere mucho más tiempo.
  • Lavar los pies cada día e hidratarlos bien con una crema específica, aplicada con un suave masaje, o al menos extender la aplicación de la crema corporal a los pies.
  • Secar bien los pies, especialmente el espacio entre los pies, para evitar la aparición de hongos.
  • Exfoliar los pies una vez a la semana, bien con una crema exfoliante específica o con remedios caseros como la sal o el azúcar.
  • Cortar las uñas en casa cada 10-12 días de modo que no pasen por encima de la carne. Cortar las uñas rectas.
  • Evitar  el calzado estrecho y los tacones muy altos, pues favorecen la aparición de callos, ampollas y durezas.
  • Siempre que se pueda, poner los pies en alto al sentarse o tumbarse, para favorecer la circulación sanguínea. Y desnudarlos para que se aireen.
  • Andar  descalzos siempre que sea posible, en casa, en la hierba o en la playa, pero nunca en piscinas públicas, para evitar la aparición de hongos, pie de atleta o micosis.
  • Acudir al podólogo una vez al año.

Cuidados intensivos

La insuficiente transpiración a la que son sometidos los pies durante los meses de invierno hace que la piel se vuelva seca y áspera, pudiendo llegar a producirse grietas en los talones. En una semana de tratamiento se puede conseguir que los pies recuperen su suavidad. Es recomendable aplicar el tratamiento por las noches, antes de acostarnos.
  • Preparar agua templada con jabón y sal y sumergir los pies durante unos minutos.
  • Aplicar un tratamiento exfoliante específico para los pies. En caso de no contar con uno, una alternativa eficaz y barata es la sal o el azúcar. Frotar toda la superficie del pie con suavidad.
  • Aclarar y secar muy bien, sin olvidar el espacio entre los dedos.
  • Pasar una piedra pómez o una lima de pies por los talones y los laterales del pie.
  • Volver a aclarar con agua fría y secar cuidadosamente.
  • Aplicar crema hidratante para pies, masajear bien, aplicar más crema y ponerse unos calcetines de hidratación (en su defecto se pueden usar unos calcetines de algodón normales). Dormir toda la noche con ellos.
  • Repetir el tratamiento todas las noches durante una semana.


Oriol Avila Montesó
Presidente del Centro de Estudios Naturalistas de Barcelona.


La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.


jueves, 5 de mayo de 2016

Papaya, la fruta multiusos

Mejora la digestión, refuerza las defensas contra la gripe, es un potente antioxidante y mantiene el vientre plano..., un prodigio de la naturaleza para mantener la salud que en los últimos años no para de incrementar su popularidad.


Las muchas virtudes de la papaya la han convertido en una gran aliada de nuestra salud: cuida el aparato digestivo, es inmunoestimulante, nos protege de los nocivos radicales libres y nos ayuda a estar delgados.
Además recientemente se ha descubierto que si se toma verde y fermentada sus beneficios se multiplican. En este artículo os desvelamos todos sus secretos.


Un árbol saludable

El árbol productor de la papaya, al que se conoce como papayo o mamón (Carica papaya), es una especie que mide entre 2 y 9 metros de altura. Su tronco es recto, frágil y muy esponjoso, pudiendo alcanzar en la parte más gruesa los 30 centímetros de diámetro. A diferencia de la mayoría de los árboles, el papayo no se ramifica, sino que muestra un tronco recto, y en su parte más alta crece un penacho de hojas palmeadas, muy parecidas a las de la higuera, bajo las cuales nacen y crecen sus frutos.

Otra de las peculiaridades características del papayo es vida reproductiva, ya que existen pies (árboles) que sólo desarrollan flores masculinas o flores femeninas, dando lugar a pies macho o hembra, pero también hay árboles en los cuales crecen al mismo tiempo flores masculinas y femeninas e, incluso, variedades que producen flores hermafroditas. 

Su origen no está muy claro; hay autores que lo ubican en Perú, y otros en Centroamérica. De todos modos, en la actualidad, este árbol crece en zonas tropicales e intertropicales de todo el mundo (América, Asia y África) e, incluso, en algunas zonas europeas.
Del papayo se aprovecha todo. Las semillas de sus frutos poseen principios activos que ayudan a estimular el sistema inmunitario y poseen actividad antiparasitaria. Algunos estudios apuntan a que podrían ejercer cierto efecto anticonceptivo en animales macho.

Los extractos de la raíz tienen actividad diurética y, en algunas medicinas populares, se emplea como anticonceptivo femenino combinado con otras plantas.

En cuanto a las hojas, el tronco y los frutos, son ricos en un látex que, al ser desecado, constituye lo que se denomina la papaína bruta, la cual está formada por una mezcla de enzimas proteolíticas. A pesar de que toda la planta es rica en este látex, lo mejor es extraerlo de los frutos cuando aún son verdes y tienen mayor concentración. 


Un fruto rico y nutritivo

La papaya es un fruto de forma ovalada, muy parecido a la pera, pero de mucho mayor tamaño. Puede pesar de 200 gramos a 8 kilos. Al madurar se vuelve amarilla y al cortarla se asemeja al melón, mostrando unas semillas negras y redondas, y una pulpa rojiza cuya textura recuerda al aguacate, pero con sabor entre melón y melocotón. A nivel nutricional, se trata de un fruto sabroso y poco calórico, especialmente rico en vitamina C, vitaminas del grupo B, carotenoides, glúcidos y sales minerales (potasio), pero sobre todo destaca por su riqueza en enzimas proteolíticas (papaína y quimopapaína, entre otras). 
La papaya se suele consumir en forma de macedonias, batidos, zumos, postres y dulces.

Facilita la digestión

La papaya ayuda a mejorar la digestibilidad de los alimentos ricos en grasas y en hidratos de carbono pero, sobre todo, de los alimentos ricos en proteínas gracias precisamente a su contenido en papaína y quimopapaína, dos enzimas proteolíticas. Estas dos  enzimas propician la fragmentación de las proteínas y facilitan la digestión, al mismo tiempo que ayudan a reducir las fermentaciones intestinales. 
Esta acción resulta especialmente útil para aquellas personas con tendencia a tener digestiones pesadas, sobre todo cuando se exceden con la comida. 
También puede ayudar mucho a quienes padecen afecciones digestivas como gastritis, colitis o estreñimiento. 
Como digestivo, la papaya combina a la perfección con la piña.

Fortalece las defensas 

Para defenderse de gripes y resfriados, nuestro sistema inmunitario utiliza células y moléculas que neutralizan o destruyen las sustancias y organismos extraños que los provocan. La papaya verde fermentada ha mostrado en varios estudios ser una excelente aliada de nuestro sistema inmunológico, porque favorece la activación de células defensivas como los macrófagos, linfocitos, y las células NK (células asesinas o natural killer). Además, potencia la producción de interferones, una moléculas inmunitarias que ayudan a combatir las infecciones.

A este efecto estimulante de nuestras defensas, debemos añadir que la pulpa de la papaya ha mostrado poseer un efecto bacteriostático frente a diversos microorganismos, siendo una ayuda añadida para combatir algunas infecciones.

Es un potente antioxidante

Enfermedades neurodegenerativas, cáncer, envejecimiento, enfermedades autoinmunes...
Se trata de un grupo de dolencias que se ven favorecidas por el estrés oxidativo que todo experimentamos de modo natural, pero que muchas veces aumenta al exponernos a agentes contaminantes como el sol, el estrés o una mala alimentación. 

En los últimos años se han publicado varios estudios en los que se ha observado que la papaya verde es una excelente arma contra los radicales libres, ya que potencia la actividad de la SOD (superóxido dismutasa), una de nuestras enzimas antioxidantes; ayuda a neutralizar uno de los radicales libres más peligrosos para nuestra salud, el radical hidroxilo, y contribuye a prevenir la oxidación de nuestros lípidos ayudando, entre otras cosas, a retrasar el envejecimiento.

Protege la piel

Gracias a su actividad bacteriostática y proteolítica, la papaya puede ser utilizada en forma de cataplasmas para ayudar a cicatrizar quemaduras y heridas. También es bastante extenso su uso en cremas y mascarillas caseras, pues favorece la eliminación de células muertas de nuestro rostro y proporciona una mayor luminosidad.

Mejor verde y fermentada

En los últimos años la papaya verde fermentada no ha parado de incrementar su popularidad. Suele comercializarse en forma de jarabe y es el resultado de fermentar el zumo obtenido de papayas que aún no han madurado, con lo que se consigue mejorar y potenciar las muchas virtudes de esta fruta. 

Al tratarse del zumo de los frutos más verdes, se garantiza una mayor concentración de los principios activos que nos interesan, es decir, sus componentes antioxidantes y sus enzimas proteolíticas (papaína y otras), principios activos que, a medida que la fruta madura, van desapareciendo. 
Además, el proceso de fermentación propicia la aparición de compuestos que ayudan a estimular la actividad del sistema inmune y a vitalizar nuestras defensas antioxidantes, protegiéndonos del estrés oxidativo y de sus consecuencias.


Información cedida por Santiveri
Guadalupe Jiménez


La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa. En todos los casos es preferible consultar con su terapeuta, médico, u otro profesional de la salud.

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