El cuaderno de normas de "cosmética natural controlada" establece los
criterios, claros y rigurosos, que deben cumplir los productos de
cosmética natural. El Instituo Independendiente Ecocontrol, en Osterode,
Alemania, otorga el sello BDHI ("Certificado de Cosmética Natural") a
los productos que cumplen estos criterios.
Estos son los siguientes:
- Ingredientes vegetales, siempre que sea posible. Las plantas deben ser de cultivo biológico o silvestre, aunque se consideran otras alternativas según calidad y disponibilidad.
- No se experimenta con animales. Ni en la producción ni en el desarrollo del cosmético deben hacerse pruebas con animales, ni pueden encargarse a otra empresa. No se permite el uso de derivados animales que provengan de vertebrados, como esperma de ballena, aceite de tortuga, visón, marmota, grasas animales, colágeno o células frescas animales.
- Los únicos componentes de origen animal están obtenidos a partir de animales vivos y sin sacrificarlos, como cera, miel o lanolina; sin colágenos ni gelatinas.
- Los tests dermatológicos, realizados con personas voluntarias, garantizan la seguridad y confirman la buena tolerancia de la piel, así como la eficacia de los productos.
- No se permite ningún aceite derivado de parafina, ni otras materias primas derivadas del petróleo ni de aceites de síntesis del tipo silicona.
- Son fórmulas sin colorantes, conservantes o perfumes sintéticos.
- Irradiación: No se permite la esterilización de ingredientes naturales o de los productos cosméticos finales mediante tratamiento radioactivo.
Además el aval BDIH también tiene en cuenta el cumplimiento de los siguientes criterios:
- Información completa sobre los ingredientes.
- Evitar ingredientes genéticamente modificados.
- Responsabilidad ambiental: Respeto a materias primas, elaboración y envasado.
- Responsabilidad social: Respeto a los trabajadores y a los suministradores de materias primas del Tercer Mundo (Comercio Justo).
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